El alcalde de San Juan de la Rambla, Ezequiel Domínguez, celebra la noticia de que ya esté en trámite la subvención directa nominada “Rehabilitación de la Casona Delgado Oramas”, concedida a través de la Consejería de Turismo, Industria y Comercio y que va a permitir que se inicien las obras de recuperación de la icónica casona gracias a la aportación de 1,6 millones de euros.
“Sin duda, San Juan de la Rambla y su patrimonio están de enhorabuena. Y por un doble motivo. Por un lado porque conseguiremos rescatar de la ruina y el previsible derrumbe a una de las casonas del casco histórico más representativas de la arquitectura del siglo XVIII y por otro, porque es de celebrar que el Gobierno de Canarias, a través de la Dirección de Infraestructura Turística que dirige Fernando Miñarro, haya tenido sensibilidad con nuestra petición y haya entendido la importancia de esta obra para el desarrollo turístico, no sólo del municipio, sino de la comarca entera”, destaca el alcalde.
“Gracias a esta aportación, que en un principio sufraga el total de la actuación de rehabilitación de la infraestructura, podremos cumplir con una vieja demanda municipal y convertir la construcción en el epicentro del desarrollo turístico del Casco, con la creación de un hotel rural que sirva como centro de empleabilidad y formación. Para ello, debemos iniciar en breve el proceso de licitación y adjudicación. Una vez hecho esto, está previsto que la obra proyectada dure 24 meses”, añade Domínguez.
Por su parte, Fernando Miñarro, director general de Infraestructura Turística, subraya que “la recuperación de este inmueble del siglo XVIII para convertirlo en hotel emblemático y punto de información turística es un ejemplo de cómo podemos conservar y poner en valor nuestro patrimonio histórico y cultural. Además, la promoción de este modelo turístico responsable, potencia el desarrollo económico local y creación de empleo de manera sostenible”.
Cabe recordar que las obras planteadas consisten en la recuperación de la edificación para su uso, teniendo especial cuidado en respetar el estado original típico de la época. Por otro lado, cada planta será adaptada para las necesidades del hotel, destinado el sótano a almacén, la planta baja a zonas comunes para el hospedaje, comedor, recepción, jardín, piscina, solárium e información turística. La primera planta para las habitaciones, todas dobles y con baño privado y la planta cubierta para dos habitaciones especiales con terraza.
Situada en la calle La Alhóndiga, la edificación consta de 594 m2, siendo edificada en el tercer cuarto del siglo XVIII. Cuenta con dos pisos y una tercera planta interior que se distribuye en torno a un patio principal al que se accede por dos zaguanes. El traspatio está conformado por una larga galería abierta con cubierta de teja, piso de losas, madera de tea y destiladera, dando acceso a un amplio jardín. El exterior supone un mestizaje de la arquitectura de la época y del siglo XIX tras que la fachada fuera reformada después del aluvión de 1826.