El presidente de Titsa y consejero de Movilidad, Enrique Arriaga, asegura que la subida en el número de usuarios del transporte público “ha llevado a que tengamos que recurrir al alquiler para poder tener nuevas guaguas en funcionamiento en el menor tiempo posible”
El Cabildo de Tenerife incorporará 20 guaguas a la flota de la empresa Transportes Interurbanos de Tenerife (TITSA) con el objetivo de hacer frente al aumento de la demanda. La adquisición se realizará por medio de un arrendamiento para que empiecen a operar cuanto antes y contará con un presupuesto de más de 4 millones de euros.
El presidente de Titsa y consejero de Movilidad, Enrique Arriaga, asegura que la subida en el número de usuarios del transporte público “ha llevado a que tengamos que recurrir al alquilerpara poder tener nuevas guaguas en funcionamiento en el menor periodo de tiempo posible”. Asimismo, asegura que el arrendamiento “es una solución temporal y rápida para mejorar e incrementar el servicio que presta Titsa hasta que se incorporen las nuevas guaguas de la flota y así hacer frente a la creciente demanda, sirva como ejemplo que en el pasado mes Titsa contabilizó 4.121.665 viajeros”.
Arriga recuerda que, además de la llegada de estos vehículos hasta el mes de marzo, la empresa de transportes recibirá, de forma escalonada, 60 guaguas híbridas que forman parte del lote de 110 vehículos adquiridos por la Corporación insular para utilizar en las líneas urbanas e interurbanas. El director insular de Movilidad, José Alberto León, señala que cuatro de los vehículos que se adquieran “prestarán servicios urbanos mientras que los 16 restantes realizarán trayectos interurbanos y tendrán mayor número de plazas que alcanzan las 67” y añade que en ambos casos “se buscarán guaguas con bajas emisiones de CO2 y con distintas prestaciones que aumenten la comodidad de los viajeros”.
Para la adjudicación de este contrato de arrendamiento la empresa de transporte ha puesto en marcha una licitación a la que pueden presentarse empresas de todo el país y en el que puntuarán de manera especial el menor kilometraje de los vehículos, criterios sociales como el número de plazas para personas con movilidad reducida o, por ejemplo, el contar o no con letreros luminosos indicadores o cinturones de seguridad en cada una de sus plazas.
