El exalcalde de Icod de los Vinos y actual portavoz de Somos Icodenses (SI), José Ramón León, exige que se aporte «con la mayor brevedad posible» arena natural extraída de los fondos marinos para regenerar la playa de San Marcos, pero matiza que «si esta solución se demorara en exceso, se podría buscar temporalmente una solución alternativa, que sea aprobada por la población de Icod, sin renunciar a una aportación posterior de arena natural, tal y como es deseable».
León reclama al grupo de gobierno (CC-Cs) que proporcione a la oposición «toda la información disponible sobre el proyecto que dice el alcalde, Francis González, que ha aceptado la Dirección General de Costas del Estado». Y que «sea cual fuere, se someta a ensayos con un modelo físico, y no se acepte un proyecto basado solamente en modelos matemáticos, que han tenido conocidos y nefastos resultados en la playa de San Marcos. Se trata de evitar un daño que, probablemente, sería irreparable y definitivo».
Somos Icodenses plantea que «esos ensayos deben estudiar las alternativas de retirar o retranquear los añadidos que, con el tiempo, se han ido aportando a la bahía, como la explanada de varada, y recuperar el primitivo muelle chico, para devolver a la cala de San Marcos su estado de finales del siglo XIX, que fue la que propició la creación y crecimiento de la playa». Además, pide que «se deseche la posibilidad de añadir nuevos elementos extraños a la bahía. Y en ningún caso escolleras sobre la superficie, para atender la propuesta de retirar y no añadir, defendida mayoritariamente por los vecinos».
León también reclama que «se deseche de forma rotunda la propuesta de destrucción de la histórica muralla y el socavamiento del tramo que va entre la escalera de acceso a la playa y el inicio del muelle, por los efectos que esto podría tener en la seguridad de los altos edificios colindantes, y el gran coste de las obras. Unos recursos que podrían emplearse en la construcción del deseado túnel bajo el Club Náutico, lo que supondría una solución de consecuencias muy positivas para el desarrollo de nuestra playa y el resto de nuestra costa».
A juicio de José Ramón León, lo prioritario sería la aportación de arena a la playa y la realización de las obras de la parte terrestre, «mientras se culminan los estudios físicos para la obtención de la solución más adecuada para la bahía». Por orden de prioridades, desde Somos Icodenses solicitan que se empiece por «realizar las obras de acondicionamiento de la zona de tierra; la aportación en el menor plazo posible arena submarina natural y de buena calidad, y que se encargue de manera inmediata la realización de ensayos en modelo físico para determinar la mejor solución posible para las obras definitivas, que podrán ejecutarse posteriormente».
«Estas propuestas son las que hemos estado defendiendo en el consejo de la playa desde hace tiempo, no sólo por parte de los grupos políticos, sino de las organizaciones ciudadanas que lo conformaban, y responden a los deseos del municipio de Icod». A juicio de León, «si el actual alcalde hubiera sido mínimamente flexible, ya tendríamos arena en la playa, desde hace dos veranos».
Para León, «el pueblo de Icod no puede correr un nuevo riesgo, que puede ser definitivo, con su playa y no puede permitir que se utilicen los mismos sistemas de diseño, los modelos matemáticos, que se han utilizado en el pasado. Esta vez para llenar la bahía de escolleras. Es inadmisible que no se utilice el instrumento más valido y fiable existente en la actualidad, que son los ensayos físicos, cuyo coste en todo caso es nimio en comparación del coste global de la obra, y sobre todo en comparación del riesgo de destrucción definitiva de la playa».
José Ramón León ve «inadmisible» que el alcalde Francis González «utilice el contenido de una conversación privada, de las muchas que se han escuchado en los plenos telemáticos del Covid-19 al quedar micrófonos abiertos, para atacar en la prensa a un contrincante político, por la posible utilización de un exabrupto coloquial, muy justificado en todo caso, ante la falta de pudor, con la que el alcalde nacionalista ha embaucado a los responsables de las administraciones responsables de la aprobación de su proyecto de escolleras». A su juicio, al criticarlo públicamente por una conversación privada escuchada de forma accidental «se ha cruzado una línea roja».
Fuente: El Día