Sí se puede considera que el reparto de Buenavista Golf entre las entidades integrantes de la sociedad constituida para construir y gestionar esta instalación deportiva “abre la puerta a la especulación urbanística con los mejores terrenos de Buenavista”. Así lo señala el portavoz del grupo ecosocialista en el Ayuntamiento del municipio de la Isla Baja, Antonio González Fortes.
González Fortes insiste en que hay condiciones legales y técnicas para constituir una nueva sociedad en la que el Ayuntamiento y el Cabildo gestionen conjuntamente los terrenos del campo y rechaza el argumento que en el pleno de julio dio el grupo socialista en el gobierno municipal para asegurar que esta medida era imposible. El acuerdo de reparto entre los integrantes de la sociedad que gestiona Buenavista Golf –Cabildo de Tenerife, la empresa Gestur y el Ayuntamiento de Buenavista– además de no constituir esa nueva sociedad entre las dos corporaciones, “entrega los mejores terrenos de Buenavista a Gestur, que en sus manos son carne de cañón para la especulación urbanística”, apunta el concejal.
La propuesta de Sí se puede en el pleno consistió en que “el Ayuntamiento de Buenavista intentara buscar un acuerdo para que no pasara simplemente por cobrar el dinero correspondiente a sus acciones, sino que buscara un acuerdo de futuro; a nuestro juicio, lo más lógico hubiera sido entrar en el lote que le correspondió al Cabildo de Tenerife, el del campo de golf, y para eso hay que constituir una nueva sociedad entre ambas corporaciones, algo que es totalmente posible”, asegura el portavoz de Sí se puede.
“La realidad es que del reparto de los terrenos entre los socios se llevaba hablando desde hace dos años en los consejos de administración de Buenavista Golf en los mismos términos que recibieron el visto bueno del grupo socialista en el pleno municipal”, manifiesta González Fortes.
La organización ecosocialista considera que al pueblo de Buenavista le interesa constituir esa sociedad con el Cabildo para ser copropietarios del campo de golf, porque, “además de que se trata de una instalación deportiva que al parecer hasta ahora se autofinancia, ese campo de golf cuenta con una desaladora, que significa generación de aguas, es decir, que es riqueza para el municipio, y que, además, va a suministrar agua al pueblo, de forma que, si el Ayuntamiento es copropietario, podrá decidir sobre los precios”, explica el concejal.
Por otra parte, Sí se puede considera que la decisión de dividirse los terrenos entre los tres socios es “un acuerdo que traiciona el espíritu inicial de la creación del campo de golf; son los terrenos más importantes de Buenavista y la idea inicial fue siempre que estos terrenos no pasaran a manos privadas, por eso en su momento se consideró esencial que la inversión para el campo de golf fuera pública”, precisa González Fortes.
Así fue cuando se decidió construir la instalación deportiva: las tres entidades formaron una sociedad para construir el campo de golf y comprar todos los solares aledaños. La intención inicial era revender o construir en esos terrenos, en una operación económica que aprovecharía la revalorización de la zona, y explotar la infraestructura deportiva.
Una vez ejecutado el proyecto, los socios se encontraron en plena crisis inmobiliaria, por lo que los terrenos se han transformado en un lastre para la sociedad Buenavista Golf. La instalación deportiva en sí es rentable, pero las hipotecas de los terrenos se comen el beneficio. Ante esta situación, y con el mandato derivado de la ley de racionalización del gasto de las administraciones locales, el Cabildo se propuso liquidar la sociedad desde 2014 y, este año, la Junta de accionistas aprobó una liquidación de la sociedad en la que al Ayuntamiento de Buenavista solo se le entrega el valor económico de sus acciones, mientras que el Cabildo se queda con el campo de golf y a Gestur le corresponden los terrenos anexos.