La Orotava despidió a Crispín haciendo honores al circo

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La Villa disfrutó de un miércoles de carnaval dedicado, como ya es tradición, a Crispín. En esta ocasión el muñeco carnavalero lució fantasía de payaso en homenaje al mundo del circo. El personaje nació hace 45 años haciendo honor a la historia de un vecino de La Cancela que en la etapa de la Dictadura siempre salía por el casco con un muñeco al hombro y disfrazado. Este villero amante de los carnavales (en aquella fecha denominada, fiestas de invierno) recorría las calles cada Miércoles de Ceniza, pero tenía que tirar el muñeco y huir desde que veía a la policía represora, que no dudaba en perseguirlo año tras año.

En 1979 el concejal Rigoberto González apostó por recuperar estos populares festejos de las carnestolendas y hacer en este día algo similar a lo que ya para muchos era una tradición. Los primeros años del Entierro de Crispín, el muñeco se armaba en la fábrica de mármoles La Milagrosa, y recorría los barrios más significativos de la Villa, desde la Cruz del Teide hasta El Calvario, para luego ascender, en una primera etapa, hacia la plaza del ayuntamiento, y en una segunda, a la plaza de la Constitución. Ahora se vela en la plaza del ayuntamiento y se quema en la del V Centenario. Durante los primeros 25 años se mantuvo la costumbre de brindar, a los participantes en el cortejo fúnebre y a los vecinos que acudían a la velada, con sardinas asadas, pan y vino.

El actual Entierro de Crispín es organizado por la concejalía de Fiestas del ayuntamiento de La Orotava y cuenta siempre con la colaboración de los grupos del carnaval villero y los vecinos amantes del Carnaval, verdaderos protagonistas en esta popular fiesta.

El duelo comenzó este miércoles ceniza, coincidiendo con el día de los enamorados, en la plaza del ayuntamiento sobre las 19.00 horas, amenizando el funeral la 101 Brass Band, y luego se trasladó a Crispín por las calles del centro histórico hasta la plaza del Quinto Centenario donde tuvo lugar la quema del muñeco con temática del carnaval villero. La Fanfarria Peña El Casco, junto a las desconsoladas viudas, personajes disfrazados de monjas, curas, obispos y muchos espontáneos… acompañaron el cortejo y lloraron la quema y despedida de Crispín hasta el próximo carnaval. También se contó con la reina del Carnaval, las damas de honor, el edil de fiestas, Alexis Pacheco, y otros miembros de la corporación municipal. El grupo Escuela de Calor animó a todos los asistentes y puso el broche de oro a la velada.

La fiesta continua este jueves con un festival de carnaval en el auditorio Francisco Álvarez Abrante, y el viernes con un festival infantil en la plaza de San Juan. El sábado tendrá lugar el tradicional baile de piñata en San Juan y el programa carnavalero de este año se cierra el domingo con el festival de rondallas en el Liceo de Taoro.

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