Al filo de la diez de la noche se encendieron las grandes hogueras, algunos no esperaron para encender sus pequeños altares de velas y flores por aquello de que el lunes es día laborable, fuego al fin y al cabo que es el símbolo inequívoco de la tradición ancestral que ya Humboldt relataba allá a finales del S.XVIII en Puerto de la Cruz.
Miles de portuenses y visitantes llenaron Playa Jardín para quemar lo viejo y a desear lo bueno tras un chapuzón nocturno, rito simbólico que “rompe el verano”, como es tradición en la ciudad turística. Familias enteras disfrutaron de este día donde la playa, el agua y el fuego son los grandes protagonistas de una celebración que en el Puerto encuentra también su protagonismo ‘San Juanito’, que desfiló a hombros de los más pequeños del barrio de San Felipe desde el Mercado, para encontrar también el fuego que iluminó con su luz especial esta noche mágica en la arena negra de Playa Jardín.
Para hoy, muy temprano, la cita es con el Baño de las Cabras en el Mar, otro ritual etnográfico que celebra la ciudad en el muelle histórico.