Artículo de opinión de Oscar Izquierdo, presidente de FEPECO
La unión, como correspondencia y conformidad de una cosa con otra, el acuerdo entre personas, la concordia de ánimos y voluntades, la alianza, confederación, compañía, además, de agregación o incorporación, hace la fuerza, porque, sin duda, la discordia debilita. En muchas ocasiones, mantenerse unidos, es el único modo de sobrevivir. Por lo que, todo lo que contribuye a unir a la gente es bueno y engrandece.
El filósofo Nietzsche sentenció acertadamente que, “una alianza es más sólida si los aliados, más bien que conocerse mutuamente, creen los unos en los otros”. Cuando se consigue esa actitud vital de juntarse, para buscar soluciones a los problemas, se descubre que también hay otros fines, cuya consecución depende de su mutua unión, es decir, revaloriza la acción.
Es la gran carencia que tiene Tenerife, ninguno es jugador, todos quieren ser entrenadores, cada cual, ansía imponer su postura, proyecto, idea o ideología a los demás, pensando sólo en su egocentrismo y vanidad. Ya está bien de iluminados, que sólo han conseguido paralizar el progreso. Ahora toca, no hacerles caso y aunar esfuerzos, en beneficio de la sociedad, economía y bienestar de la isla.
Se adjunta enlace de vídeo: https://youtu.be/HYZbshL-dUc