El alcalde de Garachico, José Heriberto González (CC), reclamó hace un año la puesta en marcha de un sistema de control y detección de oleaje que permita al consistorio anticiparse a los riesgos derivados de los temporales marítimos y disponer de una fórmula reglada y objetiva para decidir cuándo se debe cortar al tráfico la avenida Marítima (TF-42) ante el peligro de que las olas invadan la calzada.
Informa este domingo el periódico El Día que en junio de 2017 se anunció que la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan), un consorcio público formado por los gobiernos de España y de Canarias, se encargaría de diseñar un novedoso sistema de vigilancia y control que, nueve meses después, no ha registrado avances. Y González vuelve a recordar que en Garachico el riesgo se sigue afrontando sin más garantía que la experiencia y advierte: «No podemos seguir vigilando el mar a ojo».
El consistorio sigue a la espera de avances en el trabajo de la Plocan, pero desde verano no se han producido nuevas reuniones ni visitas técnicas. «Tenemos el compromiso del Gobierno de Canarias de que esto se va a reactivar y nosotros vamos a seguir insistiendo. En la última situación adversa se dio la circunstancia de que teníamos las peores previsiones en 20 o 30 años y al final no subió ni una gota a la avenida», recalca González.
«Nuestra costa es peculiar y necesita un sistema específico -remarca-, ya que estamos en un punto conflictivo único en la Isla, donde las olas pueden afectar al tráfico en la principal vía de la Isla Baja. Y ese tráfico, cuando se tiene que desviar, pasa por un conjunto histórico artístico».
En la actualidad, el ayuntamiento decide si corta o no la avenida «en base a una observación visual por parte de personas que conocen bien el mar de la zona, pero no podemos esperar a que salte la primera ola para cortar la vía, y tampoco podemos cortarla si no sube».
El municipio ya cuenta con un Plan de Emergencias Municipal (PEMU), que se aprobará en el próximo pleno. En este documento se aclara los protocolos de actuación, aunque sigue faltando un sistema eficaz de detección del peligro cuando viene del mar.
«Necesitamos que se estudien los fondos marinos para entender mejor la dinámica del oleaje y anticiparnos en los lugares donde esté previsto que haga más daño -recalca González-. Los técnicos de la Plocan nos dijeron durante su visita que eso era posible mediante sistemas de detección automatizados, como boyas, y aplicaciones informáticas».
El alcalde confía en que este proyecto, ligado a otra actuación en Azores que se ha retrasado, se desbloquee pronto y Garachico pueda contar con un sistema eficaz para el próximo invierno.
A la espera de la Plocan
En junio de 2017 se anunció que la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan), un consorcio público creado en 2007 y formado por el Gobierno de España y el Gobierno de Canarias, diseñaría «un novedoso sistema de vigilancia del oleaje en la costa de Garachico, cuyo principal objetivo es anticipar los temporales que, de forma periódica, obligan a cortar la avenida principal de la localidad (TF-42)».
El alcalde, José Heriberto González; la viceconsejera de Medio Ambiente, Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, Blanca Pérez, y la directora general de Seguridad y Emergencias, Nazaret Díaz, se desplazaron hace nueve meses a la sede de Plocan en Gran Canaria para «estudiar de manera coordinada la aplicación de medidas preventivas para minimizar los efectos del oleaje».
Los representantes del consistorio y del Gobierno de Canarias se reunieron entonces con el director de la Plocan, Octavio Llinas, y acordaron la firma de un convenio para que este consorcio «diseñe un modelo innovador y puntero de detección precisa y permanente del estado del mar y el oleaje en la zona costera de Garachico», según explicó el alcalde el pasado verano. Uno de los primeros pasos anunciados y aún pendientes era realizar un estudio topográfico del fondos marino en la costa de Garachico que permitiría entender mejor por qué las olas alcanzan más altura en determinadas zonas y en otras no, y por qué llegan a invadir la carretera, y en qué condiciones.