Icod de los Vinos mide sus emisiones contaminantes y su impacto ambiental para poder aplicar en el futuro medidas que contribuyan a reducir estos parámetros negativos y a mejorar el entorno inmediato y el resto del planeta.
Así, el Ayuntamiento inició hace meses el cálculo de su huella de carbono, lo que constituye una oportunidad de mejora en la gestión municipal, ya que proporciona una herramienta que ayudará también a reducir los costes que implica el consumo de energía en los edificios e instalaciones que dependen del Consistorio. La huella de carbono describe la cantidad total de emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero (GEI) que son causados directa o indirectamente por un individuo, organización o evento. En este caso, se centra en la administración municipal y entes dependientes.
El Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), ha notificado recientemente al Ayuntamiento icodense su inscripción en el registro de huella de carbono, así como la entrega de la autorización de uso del sello Cálculo 2018. Según el grupo de gobierno (CC-Cs), Icod ha sido «el único municipio canario que ha obtenido este sello obtenido en esa edición».
La entidad u organización que dispone de este sello Cálculo se ha inscrito en la sección de Huella de Carbono y de compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del registro. Ha calculado su huella de carbono para un año concreto y ha definido unos compromisos de reducción. Los cálculos han sido validados por el citado ministerio.
Con esta iniciativa, Icod de los Vinos comenzará una nueva etapa encaminada a tratar de conseguir el segundo nivel de este sello ministerial, denominado Reduzco, a través de la puesta en marcha de diversos proyectos de reducción de las emisiones contaminantes. Para obtener ese sello de segundo nivel, Icod debe dar cumplimiento además a unos compromisos de disminuir emisiones establecidos previamente por el Ministerio para la Transición Ecológica.
El grupo local de gobierno que preside Francis González informa en un comunicado que la Red Española de Ciudades por el Clima ha puesto en marcha, por quinta vez, su programa de cálculo y registro de huella de carbono municipal. Se trata de una tarea que ha ocupado a la Concejalía de Medio Ambiente durante los últimos cinco meses.
Francis González
La localidad que calcula su huella de carbono tiene como principal ventaja la identificación de las oportunidades de reducción de emisiones de GEI. La mayoría de ellas se derivan de la reducción de consumos energéticos a través de buenas prácticas y, como consecuencia, se obtienen además ahorros económicos.
Explican desde el ayuntamiento icodense que la participación en este proyecto nacional “ha ofrecido resultados muy positivos. Pese a tramitarse desde finales de 2019, la Concejalía de Medio Ambiente que coordina Silvia Expósito ha estado recabando y aportando los datos de consumo necesarios para poder calcular las huellas de la administración local durante el último año completo, que en este caso ha sido 2018”.
Silvia Expósito, concejala de Medio Ambiente
El Real Decreto por el que se crea el registro de estas huellas de carbono establece que las organizaciones inscritas en dicha sección y de compromisos de reducción de emisiones de gases efecto invernadero «podrán utilizar el sello de titularidad del Ministerio para la Transición Ecológica». Este sello nace con una doble finalidad: facilita a las organizaciones demostrar su participación en el registro y reflejar el grado de esfuerzo acometido en la lucha contra el cambio climático.
Desde el citado Ministerio detallan que todas las huellas inscritas en el registro nacional vienen acompañadas obligatoriamente por un plan de reducción, y son chequeadas de forma previa. Cuando se reconoce que una organización reduce su huella de carbono es porque cumple con un criterio estricto que demuestra su tendencia a la baja.