Garachico ha empezado a recuperar este mes las zonas de baño más dañadas por el temporal marítimo de mediados de noviembre de 2018 y otros anteriores. El Ayuntamiento de la Villa y Puerto reabrió recientemente la piscina municipal, objeto de una profunda renovación; parte de El Caletón, y la llamada Escalonada del Muelle. Además, se sigue trabajando en la deteriorada rampa de acceso a la playa del muelle y en las zonas de solarium más expuestas al oleaje en El Caletón.
El alcalde de Garachico, José Heriberto González, celebra que el municipio vaya recuperando la normalidad ante la llegada del verano: «La piscina la reabrimos el 14 de junio, con un poco de retraso, debido a que ha sido necesario renovar muchísimos elementos dañados por los temporales. Rehabilitamos completamente la sala de máquinas, reparamos el vaso y también la parte exterior y el vallado. Las mejoras han sido bastante profundas».
Tras la reparación del pavimento de adoquines del entorno de la llamada Escalonada del Muelle, «muy utilizada por los jóvenes», esta parte también vuelve a estar a disposición de los bañistas.
Los mayores esfuerzos se centran ahora en El Caletón, que es la parte de la costa más expuesta al oleaje. «Esta zona sufrió daños mucho más importantes que en ocasiones anteriores y vamos a tener que trabajar durante varias semanas más para reparar los pasillos y las zonas de solarium», explica González.
«Hemos optado por no parchear y por hacer una actuación más profunda que no impedirá que El Caletón se pueda utilizar por partes», añade el alcalde. Este viernes los bañistas pudieron regresar a muchas zonas de El Caletón, donde se han renovado las barandas, las escaleras y las pérgolas.
La intención del Consistorio garaquiquense es que las obras en esta emblemática zona de baño estén completamente terminadas a mediados del próximo mes de julio.
Lo que sí se retrasará unos meses más será la reapertura del restaurante de esta zona, donde es necesario reformar completamente la cocina. Esta actuación está pendiente de los informes del área insular de Carreteras y de Patrimonio Histórico.
Las obras de la rampa de acceso a la playa continuarán varias semanas, aunque ya se da por concluida la parte más complicada de los trabajos, que fue la detección y relleno de las cuevas generadas bajo la estructura y la carretera.
«La obra de la rampa va muy bien», remarcó el alcalde, quien añadió que «la rampa ya está en la cota anterior, las cuevas se han tapado y la estructura está asegurada. No ha sido fácil, pues de un descalce inicial pasamos a encontrarnos con cuevas que llegaban hasta mitad de la carretera y afectaban a su seguridad».
«Existía un riesgo importante de hundimiento de esta vía fundamental para la Isla Baja -reconoce el alcalde-, pero, afortunadamente, lo detectamos y se pudo asegurar y hormigonar».
La previsión municipal es que estas obras también terminen a mediados de julio: «El trabajo principal y más complicado ya está hecho, ahora hay que empezar a colocar el nuevo pavimento adoquinado».
La playa del muelle sigue abierta al público, aunque no en su totalidad, ya que existe una zona acotada en el entorno de los trabajos. El acceso se realiza por la escalera situada en la zona más alejada del casco histórico.
Cuando la rampa esté terminada, el Ayuntamiento de Garachico espera poner en marcha, con apoyo insular, un proyecto para garantizar la accesibilidad total a la playa.
«La rampa actual tiene una inclinación que no cumple con la normativa de accesibilidad, por lo que existe la previsión de instalar una rampa sobrepuesta, fácilmente desmontable, que permita cumplir la ley y ofrecer un acceso cómodo a personas con problemas de movilidad», detalla González.
El Cabildo de Tenerife cuenta con una reserva de fondos de 40.000 euros para ejecutar ese proyecto que permitiría instalar una pasarela adaptada para usuarios con diversidad funcional. El objetivo del consistorio es lograr que esta playa sea «cien por cien accesible», para lo que aún se debe lograr un permiso de Costas.
José Heriberto González confía en que Costas «no ponga trabas a una rampa de metal y madera, fácilmente desmontable, que permitiría llegar con una silla de ruedas hasta la misma playa».
Otro negocio que reabre en la avenida marítima
La heladería italiana tradicional Fragola es el último negocio de los afectados por el temporal de noviembre de 2018 que ha reabierto en la avenida marítima de Garachico. El local quedó completamente destrozado por el oleaje y, tras casi siete meses de trabajos y mejoras, desde principios de junio vuelve a estar a disposición del público. Los usuarios de TripAdvisor consideran esta heladería una de las 16 mejores de España, según publicó recientemente el digital Huffington Post.
El edificio Tomé Cano a la espera de dos informes
El edificio Tomé Cano, desalojado el 27 de noviembre de 2018 por problemas estructurales, ya cuenta con el proyecto aprobado y la financiación necesaria, unos 200.000 euros, para acometer el refuerzo de su estructura dañada por los últimos temporales marítimos. El ayuntamiento ha informado favorablemente el proyecto, que está a la espera de se pronuncien Carreteras y Patrimonio Histórico para iniciar la obra. El alcalde espera que antes de final de año los vecinos puedan volver a sus apartamentos.
Fuente: El Día