El alcalde José Heriberto González considera esencial contar “al menos con el proyecto de una vía que garantice el tráfico comarcal más lejos del mar”
La avenida marítima de Garachico tuvo que cerrarse el pasado 24 de diciembre debido al oleaje y todo el tráfico de entrada y salida de la comarca de la Isla Baja se desvió, una vez más, por el interior del casco histórico de la Villa y Puerto, declarado en 1994 Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de conjunto histórico. El alcalde garachiquense, José Heriberto González, lleva años reclamando una solución a este problema, «que se agravará año tras año con la subida del nivel del mar por los efectos del cambio climático», e insiste en que se empiece a planificar la única solución posible para garantizar en el futuro el tráfico comarcal sin la amenaza del mar: el túnel de circunvalación bajo los acantilados de La Culata, entre la zona del nuevo puerto y el entorno del barrio de Las Cruces.
González asume que el túnel de circunvalación es «una solución a largo plazo», pero pide a las administraciones competentes que comiencen a avanzar al menos con la redacción de un proyecto. «Si no tenemos nada planificado, nada podremos hacer cuando haga falta», advierte. El mandatario garachiquense es consciente del alto coste y la dificultad técnica de esta actuación, pero entiende que al tratarse de «una necesidad por los efectos adversos del cambio climático, podría recibir fondos europeos».
Para González, «no hay otra manera de garantizar la conexión por carretera de Garachico y el resto de la Isla Baja que sacar un túnel poco después de la finalización del existente», en el entorno del nuevo puerto y la urbanización El Lamero, «que vaya a desembocar más allá del barrio de San Pedro en las cercanías de Las Cruces». En línea recta, a una cota de 100 metros sobre el nivel del mar, la distancia es de unos 1,6 kilómetros, bastante menos que los túneles de Erjos (5,1 kilómetros) y de Los Roquillos (2,2 kilómetros), en El Hierro. Y algo más del doble del existente en El Guincho, que mide unos 725 metros de largo.
A corto o medio plazo, desde Garachico también se insiste en la necesidad de mejorar los protocolos de intervención; ejecutar las obras de renovación total del sistema de drenaje de agua de la avenida marítima; reformar la sinuosa carretera TF-421, «que es la única vía alternativa que tenemos en la actualidad para salir de la Isla Baja», y la conexión con el anillo insular en las medianías. González asegura que el estado actual de la TF-421 es «tercermundista» y confía en que su mejora esté pronto encima de la mesa «por el bien de toda la comarca», donde residen más de 17.000 personas.
Tras el susto de la madrugada del 24 de diciembre, cuando el sistema de alerta de temporales falló y las olas inundaron la avenida sin aviso previo, González ha mantenido conversaciones con el presidente insular, Pedro Martín, y con el viceconsejero de Lucha contra el Cambio Climático del Gobierno de Canarias, Miguel Ángel Pérez, de quienes destaca «su implicación en la búsqueda de soluciones de futuro».
«He hablado con Pedro Martín y comparte conmigo la opinión de que debemos actuar para evitar males mayores. También Miguel Ángel Pérez, que ya ha pedido informes para tratar de determinar qué ocurrió para que el sistema fallara y, además, prepara una reunión para seguir avanzando en más alternativas», detalla el alcalde. A su juicio, aparte del túnel de circunvalación, el drenaje y la mejora de la TF-421, también podrían estudiarse otras acciones como la mejora de los diques o la eliminación de los aparcamientos en la avenida.
El sistema de vigilancia y prevención de temporales marítimos, que cuenta con una boya que recoge datos en tiempo real, «aún debe seguir mejorando y recabando información, así que lo ocurrido el día 24 ayudará a que cada día funcione un poco mejor», apunta el alcalde. Sin embargo, José Heriberto González reconoce que «no es suficiente» y se pregunta «qué hubiera podido pasar si esas olas inundan la avenida en una tarde cualquiera, con muchos más vehículos aparcados y gente paseando».
Viabilidad técnica y ejemplos en Canarias
El alcalde de Garachico reclama al menos desde octubre de 2019 la realización de los estudios necesarios para determinar si es viable construir una vía de circunvalación del casco histórico mediante un túnel que atraviese parte de los acantilados de La Culata, desde el entorno del nuevo puerto hasta las cercanías de Las Cruces. Tras los problemas que generó la obra del túnel de El Guincho, el alcalde de Garachico tiene claro que esa circunvalación soterrada no podría pasar bajo viviendas, así que no queda otra opción que crear un túnel bajo los acantilados al Sur del casco. Con entre 1,5 y 2 kilómetros de longitud, sería un túnel más pequeño que el de Los Roquillos, en El Hierro, que mide 2,2 kilómetros, y mucho menor que el de Erjos, de más de 5 kilómetros.
Fuente: El Día (Raúl Sánchez)