FUNDORO presenta la reconstrucción virtual de antiguos molinos de La Orotava

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La Fundación Canaria Orotava Historia de la Ciencia continúa sumando para completar las salas museísticas que posee en su sede en la calle Calvario. En concreto, para complementar la maqueta de los antiguos molinos que posee a la entrada del inmueble, presenta ahora un nuevo proyecto de reconstrucción virtual de los molinos del casco histórico de La Orotava, específicamente del tramo que transcurre entre los Molinos de las 4 Esquinas y el Molino de Josefina, incluyendo la desaparecida canal de tea que los unía.

Además de la reconstrucción virtual, se propone la creación de una animación 3D que permitirá al visitante poder conocer el funcionamiento de estos molinos, principalmente su maquinaria, y en especial, el importante papel del agua.

El alcalde valora que desde Fundoro se continúe trabajando por acercar la ciencia de forma cómoda y atractiva a la población y visitantes, así como apostando por recuperar y difundir nuestro patrimonio local. Este proyecto de reconstruir virtualmente un espacio emblemático del municipio es un recurso audiovisual con una función didáctica y divulgativa, por lo que es muy interesante y ayudará mucho a que todos los que se acerquen al centro, y especialmente, los jóvenes, conozcan sus antiguas tradiciones. La nueva propuesta expositiva permite documentar y divulgar una industria de gran relevancia creada en torno a los molinos; y aportaral visitante un recurso interpretativo innovador.

El director de Fundo, Miguel Ángel Expósito, subraya que la virtualización del Patrimonio se ha convertido en los últimos años en uno de los recursos didácticos más destacados de aquellos espacios culturales, museos o centros de interpretación que apuestan por las nuevas tecnologías. Así, ahora “esta herramienta nos permite aplicar un enfoque moderno y dinámico que atrae la atención de los visitantes y les ayuda en la interpretación de los bienes culturales”, apuntó durante la presentación de la iniciativa. La digitalización del patrimonio es, por tanto, un recurso indispensable que hace accesible el estudio y la posterior divulgación de un bien cultural más allá de lo que permiten las técnicas tradicionales.

Revista

Con el fin de acercar las actividades a la ciudadanía, y temas de interés vinculados con la historia de la ciencia, se lanza el número 3 de la revista Meridiano Cero, una revista que pretende aunar la difusión de las actividades de Fundoro con la divulgación propiamente dicha de la historia de la ciencia a través de proyectos, actividades e iniciativas culturales de todo tipo que estén, de una forma u otra, relacionadas con las programaciones de la Fundación.

La intención de la revista es aunar la divulgación científica con un diseño atractivo y cuidado. “Pretendemos poner al alcance de las personas interesadas el mayor número de asuntos relacionadas con las distintas ciencias, en su vertiente preferiblemente histórica, en un nivel asequible y de una forma agradable”, subrayó Espósito.

En una primera sección hay una breve historia de la mecánica cuántica, un tema apasionante pero complejo dentro del marco de la física contemporánea; quizá la perspectiva histórica sea la más apropiada para una primera aproximación a este campo. Y, por otro lado, y de la mano de la colaboradora y diseñadora de la propia revista, Mila Ruiz, del origen histórico y desarrollo de los talleres impartidos por esta en la Fundación basados en la figura histórica de Anna Atkins y sus investigaciones con las cianotipias, una forma de representación original y cuyos resultados se mueven entre la ciencia y el arte.

En el apartado dedicado a viajeros científicos, se ofrecen los trabajos del botánico francés Charles-Joseph Pitard, que estuvo en Canarias a principios del siglo XX y que, aparte de poner al día el inventario de la flora canaria, ofrece en sus escritos –fundamentalmente con Joseph Pitard- una verdadera guía de viajes por las islas. Y en lo que atañe a exposiciones se cuenta c con un verdadero viaje por la historia de la ciencia persiguiendo la idea clave de «evolución», y cómo esta fue utilizándose en el ámbito de la Naturaleza para explicar multitud de fenómenos. El título de la exposición presentada es «Sin tiempo no hay nada.
Estampas sobre evolución». Y, cómo no, dentro de esta sección, damos cuenta en este número 3 de la inauguración, después de dos años de trabajo de muchas personas, de la sala Fortunatae Insulares, segunda sala que completa nuestra colección museográfica «Expediciones y Viajeros Científicos en Canarias en los siglos XVIII y XIX». Se hace así cumplido repaso de los rincones dedicados a astronomía, geología y vulcanismo, botánica y zoología, y psicología comparada; así como al acto de inauguración oficial de la sala.

En la sección dedicada a personajes se cuenta con algo que puede resultar cuando menos llamativo: cómo la botánica puede ayudar a la filología y la historia a precisar un relato. Nos referimos al relato de Plinio el Viejo en su Historia Natural sobre las Islas Canarias, en particular en lo que se refiere a las informaciones del perdido texto de Juba II, rey de Mauritania. Y, en la sección de actualidad, y tirando del propio rótulo, se trata un tema que sigue estando –y seguirá estando- de actualidad en nuestra sociedad: el de las epidemias en sus distintos grados. Podremos ver aquí cómo se trabaja con modelos matemáticos en epidemiología para, basándose en la historia, y con los mejores datos que podemos obtener actualmente, poder predecir, tomar decisiones y afrontar futuros escenarios de, por ejemplo, una futura pandemia; algo totalmente indeseable, pero absolutamente previsible.

Por último, desde el máster de museología, el colaborador expone sobre  una nueva asignatura: Ciencia Ciudadana. Una forma de aprovechar las aficiones científicas diversas de mucha gente para hacer y divulgar las ciencias.

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