El documental ‘How to kill a cloud’ explora el papel de la ciencia en la transformación de la naturaleza
La proyección de dos películas gestadas en Dinamarca, ‘Vida salvaje’, de Thomas Daneskov, y ‘How to kill a cloud’, de Tuija Halttunen, cierra la 24ª edición de FICMEC este lunes 30 de mayo a partir de las 17:30 horas. Ambas películas compiten en la sección oficial del festival que se celebra en Garachico. Compiten al mejor largometraje de ficción o animación y al mejor largo documental, respectivamente.
El público que desee asistir tiene que adquirir previamente las entradas a través de Internet en la web tomaticket.es. La recaudación de las entradas, que cuestan 2 euros, se destinará a los proyectos que Marie Christina Kolo desarrolla en Madagascar, que en esta 24ª edición del festival recibió el Premio Brote Activismo Medioambiental.
‘Vida salvaje’ se proyecta como colofón de la gala de clausura, que comienza a las 19:30 horas. Previamente, se entregarán los Premios Brote de esta edición de FICMEC a las películas ganadoras de los concursos cinematográficos de la sección oficial, consistentes en la obra del artista tinerfeño Gonzalo González, Brote.
La película de Thomas Daneskov, que recibió el premio al mejor largometraje internacional en el Festival de Tribeca de 2021, es un canto a las formas de vida ancestrales lleno de humor absurdo, con elementos de thriller y comedia. Martin, el protagonista, trata de salir de una crisis vital a su mediana edad de forma desesperada: abandona la sociedad, su familia, y escapa a vivir en el bosque, en las montañas de Noruega, donde vive dedicado a la caza, como hicieron hace miles de años sus ancestros. Un día se encuentra con Musa, un traficante de drogas herido con quien se embarca en un frenético viaje por los fiordos, perseguidos por la policía local, vikingos enojados y la familia de Martin.
La película de Tuija Halttunen, ‘How to kill a cloud’, aspira al premio al mejor largometraje documental. La directora finlandesa presenta a la científica de su país Hannele Korhonen en su intento de crear agua en el desierto arábigo. La científica vive impulsada por el deseo de ser la mejor en lo que hace y obtener reconocimiento por ello. La beca de 1,5 millones de dólares que le conceden en los Emiratos Árabes Unidos cambia radicalmente su vida. Se trata de participar en un ambicioso proyecto para estimular las precipitaciones en una de las regiones más árida del planeta. La oportunidad de obtener una financiación adecuada y hacer el bien suenan bien a Korhonen.