La cantante y compositora icodense Fabiola Socas presenta este martes 27 un nuevo trabajo discográfico: Álbum de recuerdos. La cita será en la Sociedad Centro Icodense de la Ciudad del Drago, a las 20.30 horas.
“Este disco-libro, que es más bien como su nombre indica, un álbum de recuerdos, es el trabajo discográfico más importante que he hecho en mi vida. Aquí se aúna lo profesional con lo personal”, asegura Fabiola al periódico Diario de Avisos. Un trabajo peculiar y, sobre todo, muy familiar, en el que la voz de la cantante de Icod no jugará el papel protagonista: cede el micrófono a su padre, Carmelo Socas, uno de los solistas del histórico grupo folclórico Los Chincanayros, para interpretar 18 versiones de temas que han marcado un antes y un después en su familia. Ella, por su parte, asume la labor de coproducción, edición y acompañamiento.
Serán 80 páginas con ilustraciones y comentarios y 18 canciones que en su momento Carmelo Socas cantó junto a Los Chincanayros, o que forman parte del repertorio de la música popular venezolana, cubana o portuguesa.
“La música es como otro lenguaje para mi familia, es un mundo donde nos refugiamos cuando las cosas van bien y cuando no”, enfatiza Socas. Este álbum sumará, por ejemplo, la canción Amapola, la primera que cantó ella cuando tenía solo cinco años. “A mi padre le encanta esa canción, él siempre quiso que la grabáramos”, comenta Fabiola como anécdota.
Han sido más de dos años y medio de trabajo. Tiempo en el que han conseguido la colaboración de familiares y de artistas de la talla de María Mérida, Alain Pérez, Iván Melón Lewis, Olga Ramos o Domingo El Colorao. “Son tantos que es muy complicado nombrarlos a todos, es un orgullo también el poder contar con la colaboración de tantos artistas, amigos, familia, destacando la labor como coproductores de Alberto Méndez Naranjita y Jesús González Pingüino”, añade.
El CD-libro es una manera de dar las gracias. “Además, es una manera de mantener vivo el recuerdo y guardar para el futuro la voz de mi padre, para que no se pierda en el tiempo”, concluye. Fabiola confiesa que todavía hoy se emociona al escuchar cantar al que, además de padre, es su maestro.