El Norte lamenta su falta de voz

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Alcaldes y empresarios del Norte de Tenerife lamentan que la comarca siga careciendo de una voz común, capaz de reivindicar la consecución de los grandes objetivos compartidos y la resolución de problemas históricos, como los atascos en la TF-5, el cierre del anillo insular o el muelle del Puerto de la Cruz.

En un reportaje que publica este domingo El Día, el periodista Raúl Sánchez escribe que los mandatarios norteños reconocen la falta de unidad para empujar en una misma dirección y lograr demandas compartidas. El ejemplo del Sur de Tenerife, mucho más combativo y organizado, tanto a nivel político como empresarial, no encuentra réplica en un Norte dividido en tres grandes comarcas y con un sector empresarial atomizado, compuesto por decenas de asociaciones de empresarios cuyo radio de acción es habitualmente un barrio, una zona comercial o, como mucho, un municipio.

El alcalde de Los Realejos y líder insular del PP, Manuel Domínguez, afirma que el Norte sufre la inexistencia de una asociación empresarial «con peso específico, pese a contar con grandes empresarios». Es más optimista respecto a la unidad política y considera que en cuestiones como el carril bus en la TF-5 o el muelle portuense «sí existe unanimidad». Considera que en esas grandes cuestiones «se deja de lado el partidismo».

Lope Afonso (PP) también percibe una cierta unidad de acción política «que ha mejorado en los últimos años». Mariano Pérez (CC) sí ve diferencias claras entre el Norte y el Sur de la Isla: «Aquí esa unión no se da. No sé por qué, pero no se da».

Santiago Martín (PSOE) cree que en la reclamación del cierre del anillo insular -y ahora con las colas de la autopista- «el Norte se unió, pero resulta que donde más retrasada está esa obra es precisamente en el Norte. A veces me pregunto si esa unión sirve de algo».

Martín destaca que los alcaldes del Norte no tienen ningún foro de reunión y debate. Un viejo anhelo que se ha intentado crear, sin éxito, en varias ocasiones. Lo propuso Manuel Correa (PSOE) en 2009, y la alcaldesa ramblera, Fidela Velázquez (PSOE), fue una de las impulsoras de otro intento en 2012.

«No hemos sido capaces de unirnos para reclamar solo equilibrio, ni más ni menos. Me da igual quién lo lidere, pero me gustaría que todos fuéramos a una, sin partidismos, por un objetivo común: el Norte de Tenerife», plantea.

Juan Acosta (AISU) ofrece una posible clave: «En los últimos tiempos el Cabildo de Tenerife ha aglutinado la voz del Norte». Y José Heriberto González (CC) recuerda que, en la mayoría de los casos, los alcaldes se unen solo en torno a reclamaciones concretas de las tres grandes comarcas norteñas: el Valle de La Orotava, Acentejo y el Noroeste. «En el Noroeste cuesta más reclamar el muelle portuense, y en el Valle y en Acentejo se preocupan mucho menos por el hospital», explica.

Juan Carlos Arricivita preside ATA y fue presidente de Alcipc, un colectivo empresarial del Puerto de la Cruz que fue una voz empresarial importante en los primeros años del siglo XXI. Apymevo, con más de 2.000 socios, fue la otra gran voz de los empresarios, ahora también de capa caída. A juicio de Arricivita, esa desunión se debe a dos cuestiones: la crisis económica y el aburrimiento. «Los colectivos necesitan socios y cuotas para funcionar, y con la crisis cada uno se ha enrocado en su negocio. Luego está el aburrimiento. Llevamos décadas hablando de los mismos problemas y los mismos proyectos y todo queda en agua de borrajas», lamenta.

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