Desde el equipo de gobierno de Icod de los Vinos informan que la pasada semana tuvo lugar una nueva reunión sobre el espacio costero de Riquel, con presencia de los propietarios de los terrenos, el Cabildo insular, representado por el consejero de Política Territorial, Miguel Ángel Pérez, y el Ayuntamiento de Icod de los Vinos, representado por el alcalde José Ramón León y los portavoces de los grupos del gobierno, acompañados por los técnicos de cada una de las partes, incluido el redactor del Plan General de Ordenación (PGO) de la ciudad.
En esta reunión se volvió a analizar cada uno de los aspectos tratados en reuniones previas y se confirmó la viabilidad legal y administrativa del plan de actuación establecido con anterioridad, que se concreta en los siguientes puntos:
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Los propietarios tienen que presentar obligatoriamente un proyecto de descontaminación y de restauración de territorio afectado, que debe estar acompañado de un estudio de evaluación ambiental estratégica.
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El proyecto de descontaminación y restauración tiene que ser viable, planificado en etapas y tasadas en el tiempo sus fases de ejecución, y deberá ser ejecutado por la propiedad.
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El proyecto debe ser aprobado por la Consejería de Industria del Gobierno de Canarias, por el Cabildo tinerfeño y por el Ayuntamiento, teniendo en cuenta todas sus consecuencias y efectos.
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Una vez aprobado el proyecto de descontaminación y restauración, se firmará un convenio entre los propietarios y las administraciones implicadas (Cabildo y Ayuntamiento).
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Terminado el proceso de recuperación, el espacio se calificaría como suelo rustico común, o suelo rustico de infraestructuras -cuestión a decidir en su momento según mejor convenga a su desarrollo futuro- mediante una modificación puntual del Plan General (PGO) de Icod de los Vinos.
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El suelo rustico común o de infraestructuras permite muchos tipos de usos de interés público y social, como infraestructuras deportivas, sanitarias, y de equipamiento en general; zonas de esparcimiento, zonas verdes y espacios libres; usos turísticos diversos, e incluso usos residenciales, aunque limitados en su desarrollo.
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La memoria del Plan General, actualmente en proceso de aprobación, recogerá con carácter general los posibles usos futuros después de la restauración.
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El Convenio con los propietarios recogerá igualmente esos posibles usos futuros.
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La calificación de suelo rustico no podrá ser aprobada hasta que no se produzca la descontaminación y restauración total del espacio.
Se produjo un acuerdo general sobre esta hoja de ruta, lo que permite el establecimiento de una base firme para el avance en la resolución del problema de Riquel, aunque cada una de las partes presentes precisó algunos de sus aspectos. Por parte de todos, y particularmente por parte de los técnicos, se puso el énfasis en la necesidad de acuerdo de todos los propietarios para presentar una propuesta común de plan de restauración, cuestión que quedó clara.
En cuanto a la futura calificación del suelo, como rustico común o de infraestructuras, se determinará en función de lo que sea más adecuado en su momento, una vez terminada la recuperación, pero se consideró necesario, tanto por parte de los propietarios como especialmente por parte de los representantes municipales icodenses, la inclusión en la memoria del Plan General de Icod, en proceso de aprobación, de una descripción general de los posibles usos futuros para que se sepa desde ya, y sin ningún lugar a dudas, que lo que se va a instalar en Riquel serán instalaciones de uso social y ciudadano, y otras con posibilidades de generación de actividad económica, que nada que tenga que ver con lo que se ha desarrollado allí en el pasado.
En este sentido, el consejero insular de Política Territorial dejó bien claro que el Cabildo seguirá teniendo mucho que decir en los futuros desarrollos de Riquel, en su condición de suelo rustico, y que en todo caso el desarrollo de espacios residenciales de viviendas tendrá que ser muy limitado, decantándose por los usos turísticos.
Por su parte, el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Icod, Ramón Luis, resaltó la necesidad de proceder a la firma, por primera vez y con carácter preceptivo, de un convenio urbanístico entre propietarios y Ayuntamiento, con la anuencia del Cabildo, donde se recogieran los usos futuros, como un compromiso por ambas partes que clarificara desde este momento el devenir de Riquel.
El alcalde de la ciudad, José Ramón León, destacó que una vez puestas de acuerdo todas las partes implicadas en la necesidad de la rehabilitación de Riquel, asumido el compromiso por la propiedad de llevarla a cabo, y definida la calificación del suelo y sus usos futuros, ahora lo importante era diseñar el proyecto de recuperación, que según sus palabras tendría que ser muy claro en el qué y en el cómo proceder, y en la planificación de los trabajos en términos de espacios y ámbitos a afectar, alcance de las actuaciones en cada uno de ellos, la secuencia zonal de las actuaciones, el proceso de ejecución, los medios y métodos a utilizar, la temporización de las obras y cuál va a ser la fisiografía final del espacio una vez restaurado en términos de apariencia visual y paisajística, así como los posibles usos futuros de las diversas zonas que resulten.
Menor trastorno posible a los vecinos de San Marcos
Finalmente, el mandatario icodense añadió, en su nombre y en el de los portavoces de los grupos del gobierno presentes: Ramón Luis, Isabel García y José Domingo Alonso, que aunque en la mesa estaban presentes todos los agentes directamente implicados en la cuestión, había otro actor decisivo que él y los miembros de la corporación local tenían la obligación y la determinación de representar, que eran los vecinos de Icod, y particularmente los de San Marcos, y que si bien no le cabía duda de que todos los icodenses ansían la rehabilitación de Riquel, y que no se podía desaprovechar esta oportunidad de corregir la negativa situación actual y la apertura a las grandes posibilidades de futuro de este espacio costero, el proyecto de recuperación tendría que tener entre sus objetivos y condiciones inexcusables el causar los menores trastornos y molestias posibles a los vecinos de San Marcos, que ya han soportado durante décadas las inconveniencias de las actividades desarrolladas en Riquel en el pasado, y que todos los pormenores relacionados con esta cuestión deberían ser recogidos en el plan de recuperación y en el convenio a firmar entre propietarios y Ayuntamiento.
Antes de terminar la reunión se concluyó en que la propiedad, previo acuerdo entre sus diversos miembros, debería presentar un avance del proyecto de rehabilitación de Riquel a la mayor brevedad posible, que se someterá a la Administración autonómica, insular y local, y al conocimiento público general, para su aceptación inicial antes de proceder a la redacción del proyecto final.