El Servicio Canario de Empleo (SCE) ha resuelto las subvenciones de los Itinerarios Integrados de Inserción laboral (PIIL), en los que se invertirán un total de 4.041.600 euros para llevar a cabo acciones destinadas a favorecer la inserción de 426 personas en gran desventaja social. Esta partida permitirá financiar 29 proyectos dirigidos a orientar hacia la formación y la integración laboral a 261 personas en riesgo de exclusión social, 150 desempleadas con discapacidad y 15 inmigrantes. Al finalizar el proyecto, al menos 136 accederán a un puesto de trabajo.
El director del SCE, Sergio Alonso, explica que “con estos programas se llega a personas con muchísimas dificultades, escasa o nula formación que a menudo carecen de habilidades y no se pueden incluir en otros programas de subvenciones y ayudas en materia de formación para el empleo”. “Los y las profesionales que les atienden en estos servicios de orientación -prosigue- realizan una intervención personalizada, adaptada a las necesidades concretas de cada participante, y les acompañan durante todo el proceso”.
Los 29 proyectos subvencionados este año se dirigirán a impartir formación y orientación laboral en certificados profesionales como operaciones básicas de cocina, atención a personas dependientes, viveros y jardines, agricultura, actividades administrativas o atención al cliente, entre otros.
Los itinerarios integrados de inserción laboral están enmarcados dentro del Fondo Social Europeo y a través de ellos el Gobierno de Canarias promueve la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión social, con discapacidad e inmigrantes.
Los proyectos que desarrollan las entidades, y que deben tener como mínimo un total de mil horas, comienzan con la acogida y diagnóstico de cada caso, prosiguen con una acción formativa adaptada a sus particularidades y necesidades, reciben apoyo para favorecer su inserción laboral con técnicas de búsqueda de empleo y se le gestionan prácticas no laborales en empresas.
Los destinatarios de estos itinerarios de inserción laboral son personas en desventaja social que estén desempleadas e inscritas en la oficina de empleo y que se encuentran dentro de los colectivos de personas en exclusión social o en riesgo de padecerla, inmigrantes y personas con discapacidad física, psíquica y/o sensorial. Más del 55% de las personas destinatarias del proyecto deberán ser mujeres, priorizándose dentro de este colectivo a las mujeres que hayan sido víctimas de violencia de género.
La finalidad de estos proyectos es mejorar la empleabilidad y la inserción laboral de los colectivos a los que van dirigidos, aumentando su competitividad y proporcionando a las personas desempleadas con especiales dificultades el apoyo que necesitan, que por su naturaleza no se pueden incluir en otros programas de subvenciones y ayudas en materia de formación para el empleo, con el fin de que obtengan los conocimientos y prácticas adecuadas que mejoren su capacitación profesional.