Más de 500 profesionales se han inscrito en el seminario “Intervención en situaciones de abuso sexual a menores”, unas jornadas de formación gratuitas desarrolladas por la Dirección General de Protección a la Infancia y la Familia, que se iniciaron hoy en Tenerife y que continúan en Gran Canaria mañana. La consejera de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno de Canarias, Cristina Valido, inauguró ayer el encuentro en compañía de la directora del área, Carmen Morales, y destacó la necesidad de seguir avanzando en la mejora de la detección de casos de violencia sexual hacia menores. “Los expertos estiman que alrededor de un 20% de la población puede haber sufrido abusos sexuales en la infancia”, subrayó. No se puede afirmar que haya más casos hoy que en el pasado, pero sí han evolucionado los procedimientos para detectarlos y prevenirlos. “Hay que seguir en ese camino”.
Este mismo seminario se celebrará en febrero en Fuerteventura y Lanzarote, para atender las demandas de formación de los especialistas que trabajan con menores en estas islas.
“La detección de un posible caso de violencia sexual contra menores es algo complejo y requiere de un alto grado de conocimiento sobre dicho fenómeno. Debemos partir de la base de que la mayoría de los niños y niñas que están siendo víctimas de violencia sexual no se lo cuentan a nadie”, añadió la consejera.
Por ese motivo, Valido insistió en la necesidad de reforzar la formación para que los profesionales tengan cada vez más armas para la detección de situaciones de este tipo, ya que aunque “no hay estadísticas, los estudios realizados por expertos estiman que un 15% de los niños y un 23% de las niñas han sido víctimas alguna vez en su vida”.
La mayor parte de los actos de violencia sexual son cometidos por miembros de la propia familia o personas muy allegadas a los menores. Es importante destacar que el 20% de los casos los realizan menores de edad y casi el 50% de los agresores cometen su primer episodio de violencia sexual antes de los 16 años.
“Por tanto -continuó la consejera-, estamos ante una importante jornada que tiene como objetivo reforzar todas las herramientas posibles para poder detectar a la mayor brevedad cualquier caso de violencia sexual que se pueda dar”.
La jornada contó con la participación de Celia Nevado Fernández, psicóloga experta en Criminología y que lleva más de 11 trabajando en la detección del abuso sexual; Andrea Sandoval Senzano, psicóloga y máster en Psicología General Sanitaria que además es la. Coordinadora del Programa Márgenes y Vínculos y de Suleima Mª Lorenzo Montesdeoca. Trabajadora Social, especialista en la materia.
El seminario se desarrolló en cinco apartados: conceptualización del fenómeno de la violencia sexual; indicadores de Violencia Sexual contra menores ; primeras actuaciones ante la sospecha de Violencia Sexual contra Menores; qué es la Victimización Secundaria y cómo evitarla y el programa de Atención a Menores Víctimas de Violencia Sexual y sus Familias de Canarias.
Oficina de atención a víctimas de violencia sexual
Nada más llegar a la Consejería en 2017, en junio de ese año, el equipo de Valido puso en marcha la primera oficina de atención atención a niños y niñas víctimas de violencia sexual y sus familias. Hoy hay ya una en Tenerife y otra en Gran Canaria, compuestos por dos psicólogas, una trabajadora social y un administrativo, cada uno, bajo la la supervisión de la dirección del Programa de Evaluación, Diagnóstico y Tratamiento de menores que sufren violencia sexual, de la Fundación Márgenes y Vínculos.
El objetivo de esta oficina es proporcionar un tratamiento terapéutico integrado a los menores víctimas de violencia de género y sus familias en coordinación con la Dirección General de Protección a la Infancia y la Familia.
En la actualidad, se está trabajando con cincuenta menores y su entorno, entre las dos provincias. Valido aclaró que “nuestro trabajo es formar a profesionales para detectar, prevenir, recuperar rehabilitar, y poner en conocimiento de la justicia, que es la que estima las consecuencias para el agresor”.
Relaciones familiares
Casi todos los especialistas consideran que en la mayoría de los casos de violencia sexual contra menores, el agresor y la víctima se conocen, y muchas veces por el tipo de relación, la víctima confiaba en su agresor. También se ha comprobado que el empleo de la relación de superioridad del agresor sobre la víctima es mucho más frecuente que el de la violencia física, sobre todo en casos de víctimas menores. Las estrategias utilizadas por el abusador son principalmente la confianza y la familiaridad, unidas al engaño, la sorpresa o los regalos.
Nuevas formas de victimización a través de las tecnologías de la información
Con la evolución de las tecnologías han emergido formas novedosas de violencia sexual que se sirven del anonimato, facilidad para el engaño y para acceder a menores, así como el atractivo que ofrecen estos medios tecnológicos. Así, se dan casos de sexting, que es la difusión incontrolada de mensajes, fotos o vídeos de contenido sexual entre menores a través de las TIC; y de grooming, que es un acoso ejercido por un adulto y se refiere a las acciones realizadas deliberadamente con el fin de establecer una relación y un control emocional sobre un menor el fin de preparar el terreno para el abuso sexual del menor. Por último, también se dan casos de ciberbullying, acoso entre iguales a través de la red, que puede ser en ocasiones de tipo sexual.
En este sentido, el pasado martes se presentó la Guía para el buen uso de las nuevas tecnologías para orientar a las familias con “consejos eminentemente prácticos y que aborda mediante preguntas y respuestas cómo deber ser el acceso de sus hijos e hijas al universo de posibilidades que les ofrece el mundo digital”, como indicó la consejera.