Este domingo, y como preámbulo a la noche de San Juan en la ciudad turística, los portuenses y sus visitantes pudieron disfrutar del tradicional Enrame de Chorros, un rito que se vive de forma especial en Puerto de la Cruz.
Casi una decena de colectivos y también de familias portuenses recuerdan de esta forma la relación tan íntima con el agua y el sector primario, una mirada atrás llena de talento y creatividad para que siga viva en la memoria este ritual que se transforma casi en ruta turística de este arte efímero.
Una tradición que honra y engalana estos lugares, hasta 8, que incluye el Chorro Cuaco, el Chorro de Cupido, el Chorro de Las Cabezas, el del Durazno, el Chorro de la calle Mequinez, el de Las Maretas, el Chorro del histórico muelle pesquero, y finalmente el de Punta Brava, se encargan de establecer este homenaje de toda la ciudad al bien más preciado: el agua.