El colapso de tráfico en Masca abre el debate sobre prohibir el acceso en coche

4 minutos de lectura

El uso de guaguas como en Punta de Teno es una alternativa para evitar el caos en este caserío del Parque Rural de Teno. La gran cantidad de vehículos de alquiler que se acercan cada día a Masca, donde apenas hay aparcamiento, se ha convertido en un problema

El caserío de Masca, en Buenavista del Norte, lleva años sufriendo la gran afluencia de visitantes que deben transitar por una carretera sinuosa y estrecha, que comparten también con guaguas, y los problemas por la escasez de aparcamiento y la falta de civismo que quienes estacionan en cualquier sitio, dificultando la movilidad de vehículos y peatones. El final de lo peor de la pandemia de Covid agravó la masificación, que se intensificó tras la reapertura del sendero del barranco de Masca y, más recientemente, con la puesta en marcha del embarcadero. El colapso de tráfico es un problema reconocido por los vecinos, el ayuntamiento y colectivos ecologistas y de guías turísticos, que vuelve a poner sobre la mesa el debate de prohibir el acceso en coche, como ya ocurre durante la mayor parte del día en Punta de Teno.

La jornada Pasa sin huella, del reciente Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias, abordó este mes la «situación de masificación turística que sufre el caserío de Masca en Buenavista del Norte» y, entre otras conclusiones, los participantes señalaron que esa presión turística recae actualmente sobre el propio caserío, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), y sobre sus apenas 93 habitantes, que son un 24% menos que en 1996.

Rescates frecuentes

La regulación del acceso al barranco redujo el descontrol anterior en un paraje frágil, único y no exento de riesgos, donde son habituales los rescates por accidentes de senderistas, pero también ha contribuido a dispersar el problema de las visitas no regladas por otras zonas de Teno, como fincas privadas o espacios destinados al uso ganadero. Otra de las conclusiones de este encuentro fue que la ciudadanía del municipio debe implicarse y participar para poner en marcha acciones que defiendan y eviten el deterioro del patrimonio natural y cultural del Parque Rural de Teno, frente a la constante presencia de turistas en el segundo enclave natural más visitado de la isla de Tenerife, sólo por detrás del Parque Nacional del Teide.

Pasa sin huella fue un encuentro organizado por la Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello, en el que se abrió el debate sobre la capacidad de carga de Masca. Para el secretario de la Asociación de Vecinos de Masca, Javier Díaz, «no se puede concebir Masca sólo como un producto turístico, sino como un barrio de Buenavista del Norte en el que los habitantes tenemos los mismos derechos que el resto de los vecinos del municipio».

Para este representante vecinal, cualquier decisión sobre Masca debe tomarse teniendo en cuenta el papel de una población que «conoce su historia y defiende su identidad tras residir en la zona durante más de cinco siglos». Frente a la necesidad de regulación y de protección, los habitantes de este caserío también reconocen que la creación del Parque Rural de Teno o la declaración como Bien de Interés Cultural con la categoría de conjunto histórico, en 2004, también ha supuesto molestias, restricciones, dificultades y limitaciones para los escasos habitantes de este enclave del Noroeste tinerfeño. Mientras los vecinos se sienten vigilados y limitados en su calidad de vida, opinan que hace falta imponer nuevas limitaciones, ordenación y mesura a la actividad turística.

Javier Díaz dejó claro que «los vecinos de Masca no queremos ser habitantes nativos de una reserva con fines turísticos». Una afirmación que coincide con las demandas y quejas que durante años ha realizado públicamente el presidente de la asociación de vecinos Barranco de Masca, José Riquelme Díaz Gorrín, que en 2014 ya advertía de que «las administraciones públicas no pueden convertir este lugar en Mascalandia, un parque temático sin habitantes». Y subrayaba que «Masca no puede ser un jardín privado de las administraciones ni continuar siendo un BIC con la cabeza agachada». En diciembre de 2020, remarcaba que «las normas del Parque Rural de Teno tienen a Masca encorsetada y limitada a un crecimiento cero».

Uno de los problemas que arrastra Masca en la actualidad es que el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Rural de Teno, que se supone que debe garantizar la convivencia entre las actividades agropecuarias tradicionales y la conservación del entorno natural, es un instrumento de protección que «lleva caducado 12 años».

Miguel Fernández del Castillo, de la Asociación de Guías Turísticos de Tenerife, apuntó en este debate que, a su juicio, «hay que limitar el acceso a Masca de acuerdo a la experiencia en Punta de Teno, para que no se acceda en coche». Para frenar el impacto que generan los coches de alquiler, propuso que «las agencias turísticas busquen alternativas en sus ofertas de excursiones» y apeló a «la responsabilidad social corporativa de las agencias turísticas».

El uso de guaguas lanzadera

El exconcejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Buenavista del Norte Esteban Lorenzo (SSP) señaló en este encuentro que el cierre para la rehabilitación del barranco a lo largo de tres años «hizo ver a la ciudadanía el valor de la propuesta del uso de guaguas lanzadera para evitar el impacto de los vehículos privados» y sentenció que «el caserío está ahora colapsado». Para este representante de Sí se Puede, la solución pasa por «regular el tráfico para impedir la circulación de guaguas de gran tamaño» y por realizar «un proceso participativo serio» que implique a toda la ciudadanía del municipio.

El director de la Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello, Jaime Coello Bravo, recordó las tensiones entre los procesos de gentrificación (la renovación de zonas populares o deterioradas que implican el desplazamiento de su población original por parte de otra de un mayor poder adquisitivo) y las necesidades de la población y la pérdida de calidad de los paisajes. Para Coello, resulta clave frenar la actividad turística masiva que «arrasa naturaleza, identidad y patrimonio» en rincones tan emblemáticos como el caserío de Masca.

Fuente: El Día

NOTICIA ANTERIOR

Ángel Víctor Torres asiste al calado del primero de los dos túneles de Erjos dentro de las obras del cierre oeste del anillo insular de Tenerife

SIGUIENTE NOTICIA

Puerto de la Cruz presenta las Grandes Fiestas de Julio con más de un centenar de actos