“Este Goya se irá a Garachico, un pequeño pueblo de Canarias. Creo que desde la periferia se puede hacer cine. El galardón quizás sirva de ejemplo para mucha gente”. Esas fueron las primeras palabras del tinerfeño David Baute (Garachico, 1974) al recibir anoche el Goya a la mejor película de animación por ‘Mariposas negras’, el largometraje documental que ha dirigido para poner en primer plano la situación de los refugiados climáticos, esas personas que hoy deben dejar su tierra atrás obligadas por el calentamiento global.
Justo la migración, la que sufren muchos seres humanos en el mundo, entre ellos los niños -algo de lo que en Canarias, tristemente, sabemos algo-, fue una de las grandes cuestiones que protagonizaron los discursos. La migración y la insolidaridad. Y es que, como dijo Richard Gere, Goya Internacional, en su intervención: “Vengo de un lugar muy oscuro, donde un matón es el presidente, pero no solo pasa en Estados Unidos, es en todos lados. Debemos permanecer vigilantes”.
Baute, que subió al escenario acompañado del productor Edmon Roch, no quiso olvidarse en los agradecimientos de quienes lo han acompañado y lo acompañan. “He tenido mucha suerte en la vida -afirmó- y por eso quiero dedicarle este Goya a mis padres, que me enseñaron a ser humilde y a creer en las personas; a mis hermanos, a mis sobrinos; a Elsa, mi apoyo y mi amor, con la que he creado una familia maravillosa”.
“Una familia con Martín y con Vera, a los que dediqué esta película porque creo que ellos, los niños, la gente joven, pueden conseguir un mundo más sostenible”, subrayó. “Tuve la desgracia de encontrarme con tres historias muy duras sobre migrantes climáticos. Por favor, gobiernos; por favor, administraciones públicas; por favor, organismos internacionales: la figura del emigrante climático sigue sin ser reconocida. Este premio va por ellos y por un mundo más habitable. Gracias”.
La representación canaria en los premios del cine español obtuvo otro Goya, el de Cafunè, mejor corto de animación, en cuya producción participa el grancanario Damián Perea. Otra de las obras candidatas era SuperKlaus, que competía en el mismo apartado que Mariposas negras, una coprodución en la que ha intervenido 3Doubles Producciones, el estudio de animación radicado en Tenerife. La cantautora palmera Valeria Castro optaba a la mejor canción por El borde del mundo, de la película El 47, una distinción que finalmente fue para Los almendros, de la cinta La guitarra flamenca de Yerai Cortés.
Fuente: Diario de Avisos (Santiago Toste)