El consejero insular de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez, ha invitado a los mandatarios municipales tinerfeños que aún no se han adherido al denominado ‘Pacto de los Alcaldes para el Clima y la Energía’ a que formen parte de esta iniciativa a nivel global impulsada por la Unión Europea, para desarrollar planes de acción y orientar las inversiones hacia la atenuación de las emisiones a la atmósfera y los efectos del cambio climático.
Hasta la fecha, solo 17 de los 31 municipios de Tenerife se han sumado formalmente a este movimiento, que impulsa en la isla el Cabildo, tanto en su condición de signatario como de coordinador del Pacto de los Alcaldes en el territorio insular, en este caso, con el compromiso de proporcionar orientación estratégica y apoyo técnico y económico a los ayuntamientos.
Precisamente, con el ánimo de invitar a adherirse a las localidades que restan, Javier Rodríguez y su equipo se han reunido este miércoles con alcaldes, concejales del área y técnicos municipales de El Sauzal, Puerto de la Cruz, Los Realejos, La Guancha, San Juan de la Rambla, Icod de los Vinos, Arafo, Arico, Arona, Guía de Isora y Vilaflor. Al encuentro también estaban invitados Fasnia, Granadilla de Abona y El Tanque. Algunos de los ayuntamientos asistentes ya tenían aprobada su adhesión por el pleno correspondiente y los que no también mostraron su interés en integrarse en el Pacto.
Los municipios que sí se han incorporado a la iniciativa son Santa Cruz de Tenerife, La Laguna, Tegueste, El Rosario, Tacoronte, La Matanza, La Victoria, Santa Úrsula, La Orotava, Garachico, Los Silos, Buenavista del Norte, Candelaria, Güímar, San Miguel de Abona, Adeje y Santiago del Teide.
El consejero Javier Rodríguez recuerda que una de las prioridades de su área en este mandato es que el conjunto de los 31 municipios de Tenerife estén adheridos al Pacto de los Alcaldes, “que tiene como objetivo que las localidades sean energéticamente más sostenibles, además de favorecer el ahorro en esta materia”. Rodríguez, quien asistió la semana pasada a la recta final de la Cumbre del Clima de Madrid, asegura que es de “vital importancia” esta iniciativa para apostar por el desarrollo sostenible y la eficiencia energética en la isla. El consejero insular remarca que la adhesión al Pacto de los Alcaldes supone también a los municipios “gozar de mayores líneas de financiación” en esta materia.
La adhesión a este pacto indica algo más que una declaración pública: es un compromiso a contribuir al alcance e incluso la superación de los objetivos de la Unión Europea en materia de clima y energía, reduciendo las emisiones de CO2 y aumentando la resiliencia frente al cambio climático. Por medio de la firma de Pacto de los Alcaldes se pasa a formar parte de una gran comunidad que reúne a autoridades locales con los mismos compromisos y ambiciones, pueden compartir su experiencia con otras autoridades locales en los niveles local, regional, nacional e internacional, y beneficiarse de la inspiración de sus ejemplos y de financiación para la consecución de los objetivos.
Los beneficios más claros de la pertenencia al Pacto son tener una hoja de ruta de actuaciones bien planificadas y presupuestadas, con horizonte en 2030, así como la generación de economía y empleo estables, el aumento de la independencia energética, el más fácil acceso a fondos europeos y la mejora sustancial de las arcas públicas mediante los ahorros conseguidos en la factura energética municipal.
Antecedentes
Tras la adopción en 2007 del Paquete de medidas de la UE sobre clima y energía hasta 2020, la Comisión Europea lanzó en 2008 el denominado Pacto de los Alcaldes para apoyar los esfuerzos desarrollados por las autoridades locales en la aplicación de políticas de energía sostenible y desarrollo de una economía hipocarbónica. A partir del éxito del Pacto de los Alcaldes, en 2014 se lanzó la iniciativa Alcaldes para la Adaptación, basada en el mismo modelo de gestión pública, mediante la cual se invitaba a las ciudades a asumir compromisos políticos y tomar medidas para anticiparse a los efectos inevitables del cambio climático. A finales de 2015, ambas iniciativas se fusionaron en el nuevo Pacto de los Alcaldes para el Clima y la Energía, mediante el cual se asumieron los objetivos dela UE para 2030 y se adoptó un enfoque integral de atenuación del cambio climático y de adaptación a éste.
Los nuevos firmantes se comprometen a superar el objetivo de la Unión en 2030 de reducir las emisiones de CO2 en al menos un 40%, mediante el incremento de la eficiencia energética y las energías renovables, y adoptar un enfoque integral para abordar la mitigación del cambio climático y la adaptación a este. Para lograrlo, el compromiso principal que asume un firmante es la elaboración de un Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible (PACES) que debe contener un compendio de medidas de mitigación (orientadas a la reducción directa de las emisiones del municipio, por sectores de actividad) y de adaptación (diseñadas para prevenir y resistir los efectos adversos del cambio climático en materias como inundaciones, temporales en la costa, incendios forestales, afecciones a la salud, al turismo, plagas agrícolas, etc.). Además, se debe potenciar la participación ciudadana y promover líneas de concienciación de la población.