Ya es firme la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias que obliga a la empresa adjudicataria del contrato de restauración a reintegrar 4,5 millones de euros a la Corporación Insular por su deficiente ejecución
El Cabildo de Tenerife podrá retomar en 2023 las obras de restauración de la fachada del Palacio insular después de que el pasado mes de enero se declarara firme la sentencia por la que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias da la razón a la Corporación insular en el procedimiento iniciado contra la empresa adjudicataria por los desperfectos detectados en las obras.
El presidente insular, Pedro Martín, destaca “el trabajo realizado por el actual equipo de gobierno para desbloquear un conflicto de años que afecta a la restauración de un edificio emblemático, declarado Bien de Interés Cultural, que representa la imagen de la administración insular en Tenerife, que después de más de 10 años podrá ver cómo se retira la malla que lo oculta”, en alusión a la red protectora que se tuvo que poner para garantizar la seguridad en 2008.
En dicha sentencia, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias considera que los defectos detectados se habían producido como consecuencia de la deficiente ejecución del contrato por lo que obliga a la empresa Acciona Construcción S.A., deberá reintegrar a la Corporación insular 4.506.339,48 de euros, más los costes legales correspondientes, por los costes derivados de la no ejecución del contrato de las obras de ‘Restauración Monumental de las fachadas de los Edificios Principal y Anexo del Excmo. Cabildo de Tenerife’, adjudicado en 2004.
La sentencia pasó a ser declarada firme después de que el pasado 31 de enero el Tribunal Supremo rechazara admitir a trámite el recurso de casación interpuesto por la empresa, dando por finalizado el procedimiento iniciado por el Cabildo de Tenerife para dirimir responsabilidades ante los problemas detectados poco después de que la empresa adjudicataria de las obras de restauración hiciera entrega de las mismas en 2008.
Entre los problemas detectados, se detallan filtraciones, humedades y fisuras en algunos elementos del revestimiento de la fachada, motivados, según los informes técnicos, por defectos en la ejecución de la obra. Según se recoge en la misma sentencia, la empresa contratista intentó subsanar en varias ocasiones los defectos constructivos detectados, sin embargo, el Cabildo tramitó el procedimiento para determinar la responsabilidad de esos vicios ocultos en el proceso de restauración.
Tras la entrega de las obras en 2008 y la evidencia de los defectos constructivos, el Cabildo procedió a instalar vallas de protección por seguridad y, algunos años después, en 2014, fue la propia empresa adjudicataria Acciona quien colocó una malla de protección en la fachada. En la actualidad, esta malla presenta ya muestras de deterioro por lo que desde el Cabildo de Tenerife se está tramitando ya el procedimiento para proceder a su sustitución. De manera paralela, el Cabildo está actualizando los precios para sacar a licitación la redacción de un nuevo proyecto de restauración de la fachada del Palacio insular que permita reanudar cuanto antes las obras.
El edificio del Palacio Insular es un Bien de Interés Cultural desde 2017, proyectado en 1940 por el arquitecto José Enrique Marrero Regalado. En esa declaración de BIC se incluyen, además, las vidrieras policromadas que se encuentran en el entresuelo, entre la planta baja y la planta alta por la entrada principal al Palacio Insular y el reloj carrillón de la torre. Con anterioridad, en 2011 se habían declarado igualmente BIC los murales del salón noble del mismo edificio, obra del pintor gomero José Aguiar.