La presidenta y el vicepresidente del Cabildo de Tenerife defienden la resignificación del Monumento de Avalos como un acto de responsabilidad histórica ante la sentencia judicial que obliga a incoar su protección como Bien de Interés Cultural
Rosa Dávila, presidenta del Cabildo de Tenerife, y Lope Afonso, vicepresidente de la Corporación insular, defenderán una moción en el próximo Pleno del Cabildo para renombrar el ‘Monumento al Ángel de la Victoria’ en la incongruente memoria al dictador Franco , de Juan de Ávalos -popularmente conocido como “Monumento a Franco”-, como “Monumento para la Concordia” ante la sentencia que obliga al Cabildo de Tenerife a incoar el expediente de Bien de Interés Cultural (BIC) sobre dicha obra ubicada en la avenida de Anaga de Santa Cruz de Tenerife.
Ambos mandatarios manifiestan que, aunque la corporación respeta la decisión judicial, la transformación del nombre y el significado de la obra es imprescindible e inaplazable, para adaptarla a los valores democráticos y de convivencia que defiende la Institución y que promueve la actual legislación de memoria histórica.
La sentencia que obliga al Cabildo a incoar este expediente fue resultado de un recurso presentado por la Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Histórico San Miguel Arcángel, que argumentó el valor artístico y único de la obra de Ávalos en Canarias. Según el fallo judicial, la escultura debe quedar protegida no solo por su relevancia como pieza escultórica, sino también por ser un ejemplo singular de la obra del artista en las Islas.
Según indica la presidenta del Cabildo de Tenerife, “desde la corporación insular mostramos nuestra más firme defensa de la libertad y la democracia, por lo que no se entendería que se preservaran elementos históricos que no reflejaran los valores democráticos actuales, tal como apunta la Ley de Memoria Histórica”. Añade, además, que es clave “resignificar el monumento para que se convierta en un símbolo de unión, concordia y fortaleza futura para toda la sociedad tinerfeña, en lugar de perpetuar la exaltación de la victoria de un dictador que supuso los años más oscuros de nuestra historia reciente”.
Por su parte, el vicepresidente de la corporación insular comenta que “nuestra voluntad es que esta obra no se interprete como una exaltación de figuras divisivas, sino como un espacio de memoria que promueva la paz y el entendimiento entre los ciudadanos”. A su juicio “esta medida es una forma de cumplir con la sentencia judicial que obliga a proteger la obra, pero también es una gran oportunidad para adaptarla a los valores democráticos actuales y promover un mensaje de reconciliación y paz para la sociedad tinerfeña.”,
Ambos líderes han insistido en que la moción que se presentará será la manifestación institucional a la sentencia judicial que obliga a proteger el monumento por su posible valor artístico -tal y como reconocen algunos informes periciales- por la que, en tanto la comisión de expertos que decida si existen finalmente valores en la obra que deban ser protegidos, se instará a resituarlo y contextualizarlo con un nuevo significado que no evoque el pasado más sombrío de la historia de España.
En esta línea, Dávila y Afonso han destacado que el Cabildo de Tenerife defenderá ante el Pleno esta propuesta con el objetivo de impulsar el cambio de denominación y dar inicio a los trámites para hacer efectiva su transformación en un “Monumento para la Concordia”.
El monumento ha sido objeto de controversia desde su construcción en 1966. “Tras la sentencia que obliga al Cabildo a iniciar los trámites para elevar protección del monumento al Gobierno de Canarias, lo que defendemos es que el monumento se convierta en un espacio de reflexión y concordia. El nombre ‘Monumento para la Concordia’ representa un paso hacia la reconciliación y la convivencia, eliminando cualquier interpretación que lo vincule con una exaltación del pasado dictatorial”, apuntan ambos dirigentes.
También coinciden en subrayar que el Cabildo de Tenerife quiere impulsar este proceso como un ejemplo de cómo es posible resignificar elementos patrimoniales controvertidos y alinearlos con los valores de la sociedad actual. “Queremos que la ciudadanía entienda que la protección, de una obra, en este caso por imperativo legal, no significa validar su contexto original. Al renombrarla como ‘Monumento de la Concordia’, estamos promoviendo un mensaje de respeto y paz para todos los tinerfeños y tinerfeñas y para las generaciones venideras”.