El Cabildo de Tenerife presenta el primer proyecto de energía fotovoltaica flotante de Canarias

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El presidente insular, Pedro Martín, destaca que se trata de un proyecto pionero “que convertirá a la balsa de San Antonio en un laboratorio de tecnología fotovoltaica flotante, cuyas conclusiones servirán para el desarrollo e implantación de esta tecnología en la isla”

El Cabildo de Tenerife, a través de la empresa pública Balsas de Tenerife (Balten), ha presentado esta semana el proyecto piloto para la instalación de un sistema de placas solares flotante en la balsa de San Antonio, en La Matanza. El presidente insular, Pedro Martín, destaca que “se trata de una iniciativa pionera en Canarias, que convertirá a la balsa de San Antonio en un laboratorio de tecnología fotovoltaica flotante, cuyas conclusiones servirán para el desarrollo e implantación de esta tecnología en la isla”.

Por su parte, el consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Javier Parrilla, explica que el proyecto contempla “la colocación de hasta tres tipos distintos de generadores para estudiar los rendimientos de cada uno de ellos y escoger la opción más eficiente, que será la que replicaremos en el resto de balsas de la isla”. 

A la presentación también asistieron el alcalde de La Matanza, Ignacio Rodríguez Jorge, y la gerente de Balten, Ana Sánchez. El proyecto, que saldrá a licitación en las próximas semanas, cuenta con un presupuesto estimado de 431.353 euros, con cargo a los fondos Next Generation, y permitirá la instalación de 128 paneles solares monofaciales de 445 vatios (W) y 128 paneles bifaciales de 445 W, con la idea de estudiar y comparar ambos módulos fotovoltaicos.

En concreto, se plantean cuatro grandes bloques de investigación. El energético-económico, en el que se valorará la producción total e individual de los generadores, el comportamiento del consumo del bombeo o la eficiencia de los paneles fotovoltaicos, entre otros aspectos; el estudio  ambiental, centrado en el  control del impacto de la instalación, la eutrofización de las aguas, el oxígeno, temperatura o pH, entre otros; el meteorológico (control de los parámetros meteorológicos y del recurso solar incidente) y el estructural (control de los parámetros de las estructuras flotantes de las plantas).

Javier Parrilla recuerda que las placas solares flotantes reducen la evaporación hasta un 33 por ciento, mejoran la calidad del agua (al generar sombras que evitan la eutrofización), y favorecen el mantenimiento de las balsas, al producirse menos lodos. Además, no consumen suelo y generan un 10 por ciento más de energía al refrigerarse el panel.

Esta actuación se enmarca dentro del Plan de Reequilibrio Energético puesto en marcha por el Cabildo, a través de Balten, y dotado con 1,5 millones de euros. El objetivo es reducir los costes energéticos y medioambientales en ocho instalaciones de Balten, limitando las emisiones de CO2 a la atmósfera. En concreto, esta primera fase cuenta con un presupuesto de 891.000 euros y permitirá alcanzar una potencia total de 650 kilovatios-hora.

La Balsa de San Antonio riega aproximadamente a 800 hectáreas de cultivo. En concreto, distribuye por gravedad a las medianías de La Victoria y La Matanza, y dos sistemas de bombeo permiten llevar agua hasta Pino Alto en Santa Úrsula y Fray Diego en Tacoronte.

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