El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), una entidad dependiente del Cabildo Insular de Tenerife, a través del área de Carreteras, Movilidad e Innovación, que dirige el vicepresidente Enrique Arriaga, ha desarrollado e implementando un novedoso sistema automático para la detección y localización de eventos sísmo-volcánicos de largo periodo, en colaboración con científicos franceses.
En la actualidad este sistema, desarrollado por Jean Soubestre, sismólogo del Involcan y sus colaboradores franceses, se está utilizando para la mejora de la monitorización sísmica en la vigilancia de los volcanes Teide y Cumbre Vieja en Canarias, Turrialba, Poás y Rincón de la Vieja en Costa Rica, Mamouth Mountain y Mt. Shasta en California y Kilauea en Hawaii.
Volcán Rincón de la vieja Costa Rica
El método está operativo en Canarias a través del Involcan desde octubre 2018, para la monitorización sísmica de los volcanes Teide (Tenerife) y Cumbre Vieja (La Palma). Los resultados constituyen una información primordial para la tarea diaria de monitorización sísmica de la actividad volcánica en Canarias. Además, el algoritmo funciona en tiempo casi-real, con una actualización del análisis cada 30 minutos, lo que permitiría una respuesta del Involcan casi inmediata en caso de crisis sismo-volcánica.
El interés de este novedoso método es su adaptación no solo a la sismicidad volcano-tectónica, que está relacionada con la reorganización de los esfuerzos en el edificio volcánico y constituye la principal actividad sísmica de los volcanes activos, sino también con otro tipo de eventos sísmo-volcánicos, conocidos como eventos de largo periodo, relacionados con los movimientos de fluidos (magma, gas, agua, o una mezcla de ellos).
Cráter del volcan Poás (Costa Rica)
Estos eventos de largo periodo son la principal huella sísmica de un proceso de reactivación volcánica; por lo tanto, su monitorización es un foco de especial atención para los observatorios volcanológicos. La sismicidad volcano-tectónica está bien identificada por los métodos sísmicos tradicionales; sin embargo, la sismicidad de largo periodo es más difícil de detectar y localizar. Por ello, el método desarrollado por el doctor Jean Soubestre y sus colaboradores constituye una ayuda valiosa y revolucionaria a la hora de analizar los datos de las redes de monitorización sísmica para la vigilancia volcánica.
Este sistema automático también se encuentra operativo desde 2019 en Costa Rica y los Estados Unidos de América a raíz de trabajos de cooperación científica que el Involcan ha materializado con el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI) y el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), respectivamente.
Estos trabajos de cooperación científica han sido posibles gracias al programa TFassistance financiado por el Cabildo Insular de Tenerife.
Fotografía de cabecera de información: Volcán Kiluea (EEUU)