El Cabildo busca alternativas para el tramo del anillo insular entre San Juan de la Rambla e Icod

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El Cabildo de Tenerife es la administración encargada de buscar una alternativa para resolver el tramo más difícil del anillo insular, unos siete kilómetros entre Los Realejos y San Juan de la Rambla, y propiciar un cierre largamente esperado. Mientras se construye la nueva vía entre El Tanque y Santiago del Teide, que cierra el anillo por el Sur, el Gobierno de Canarias y el Cabildo ya avanzan en la adaptación del proyecto para el tramo entre San Juan de la Rambla e Icod de los Vinos. Pero la última fase será la más compleja, la misma que se paralizó en 2002 en medio de una gran contestación social.

El consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, recuerda que existe un acuerdo con el Cabildo de Tenerife, del año 2018, «en el que la administración insular se comprometía a asumir la responsabilidad de buscar soluciones para ese tramo del anillo». El director general de Infraestructura Viaria del Gobierno de Canarias, José Luis Delgado, detalla que ese convenio incluye este tramo en el mismo paquete de la obra del tercer carril de la TF-5, «inicialmente como un carril para vehículos lentos entre Los Realejos y barranco Ruiz, en el límite con San Juan de la Rambla».

El presidente del Cabildo tinerfeño, Pedro Martín, reconoció que este tramo es «un proyecto al que no queremos renunciar, pero es mucho más complejo por su paso por espacios naturales y por las alegaciones recibidas en su momento. Por eso vamos a revisar el tramo de Icod a San Juan de la Rambla, que desde el punto de vista medioambiental tiene muchísimos menos problemas, y nos permitiría ya dar un siguiente impulso a las carreteras en el norte de Tenerife».

Martín aclara que se descartó afrontar el tramo desde Los Realejos hasta Icod como un único proyecto para evitar su posible paralización y demora: «No hemos querido meter todo junto porque si se paralizara el primer tramo, el de Los Realejos, por algún problema medioambiental, se pararía todo».

Martín subraya que su objetivo es «impulsar en este mandato el tramo de Icod a San Juan de la Rambla y atacar los cuellos de botella que se crean en la TF-5 desde la rotonda del Padre Anchieta hacia Acentejo. Esperamos licitar en unos meses la obra de esa rotonda, que mejorará mucho el tráfico, y ya tenemos casi cerrado con Aena el tercer carril de Guamasa a Los Rodeos».

El consejero insular de Carreteras, Enrique Arriaga, añade que «nos hemos centrado primero, junto al Gobierno de Canarias, en la ejecución del tramo más sencillo de ejecutar, entre Buen Paso y San Juan de la Rambla. Se está tramitando el proyecto de trazado y, una vez esté listo, se podrá licitar y ejecutar la obra. En ese momento se empezaría con la última fase, que requerirá el estudio de muchas alternativas porque atraviesa espacios protegidos y hay que encontrar nuevas soluciones, ya que lo planteado inicialmente no va a servir». A juicio de Arriaga, «ahora hay que centrarse en traer el anillo insular desde Icod hasta San Juan de la Rambla y, posteriormente, tocara el cierre definitivo hasta Los Realejos».

En 2001, el Gobierno de Canarias hizo público el Plan Territorial Especial y Estudio Informativo del Corredor Insular del Norte, que barajó diez alternativas para ampliar la autopista del Norte desde la zona realejera de San Vicente hasta Buen Paso. La alternativa elegida, con una carretera sobre viaductos y un enorme puente en barranco Ruiz, tenía un gran impacto ambiental y enseguida cosechó una legión de detractores. Tampoco era muy respetuosa con los núcleos urbanos de San Agustín y San Vicente, por lo que también acumuló opositores en Los Realejos. Recibió 13.812 alegaciones en contra y se descartó.

Fuente: El Día (Raúl Sánchez)

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