El Cabildo, a través del programa Tenerife Isla Solidaria que gestiona la empresa pública Sinpromi, apoya a un total de 562 entidades del tercer sector en la isla. Desde 2019 el incremento del voluntariado registrado en el programa ha sido del 87%, pasando de 1.658 a 3.105 personas voluntarias que colaboran de manera directa con los diferentes colectivos.
El consejero delegado de Participación Ciudadana y Diversidad, Nauzet Gugliotta, explicó durante la presentación del Plan de Acción de Tenerife Isla Solidaria para 2022 que el alcance total de las acciones puestas en marcha desde el programa abarca a casi 220.000 personas. “Este dato tiene detrás un alcance de más de 10.000 usuarios directos de nuestros servicios y campañas, aunque es difícil calcular el impacto real, por las interacciones con nuestras aplicaciones, redes o consultas, podemos decir que el impacto es de una quinta parte de la isla de Tenerife”, detalló.
Este aumento se refleja en el impulso en materia de inversión que desde el área de Acción Social se ha realizado al programa. “Tenerife Isla Solidaria cuenta con un presupuesto de más de 1,2 millones de euros para 2022, lo que supone un incremento del 133% respecto de 2021, y tres veces más que en 2019, al inicio del mandato, en el que el Gobierno de Pedro Martín ha apostado el primer presupuesto hasta el actual”.
Ascensión Bacallado, directora insular de Innovación, Planificación y Estrategia de Acción Social, detalló como unas de las apuestas para 2022 dentro del programa, el “potenciar herramientas como la transformación digital, la digitalización en los procesos de trabajo, que harán que sea más eficiente y se gestionen mejor los recursos”. “La apuesta se extiende al tercer sector porque la ejecución de las políticas públicas en materia de Acción Social del Cabildo no se pueden conseguir sin el protagonismo de las entidades del tercer sector”, concretó.
Con la colaboración directa del Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER), “pretendemos desarrollar un conjunto de objetivos que van a facilitar la transición digital que el tercer sector tiene que realizar necesariamente como el resto de la sociedad y superar la brecha digital existente”, valoró Bacallado quien además recordó que se ha “diseñado un conjunto de acciones de acompañamiento que darán sostenibilidad, desde el voluntariado digital hasta el desarrollo de herramientas de software libre”. Se busca “la generación de espacios y redes de apoyo” entre las entidades, así como acciones de “acompañamiento, de formación y de sensibilización que permitirán que la inclusión social y demás valores se desarrollen también”, concretó la directo insular de Innovación.
Para poner en marcha esta transformación digital de las entidades se realizará un diagnóstico en el que se analizarán los procesos y servicios que prestan las entidades y se valorará cómo están desde el punto de vista tecnológico en cuanto a gestión y las herramientas con las que cuentan. A partir de ese momento, el plan prevé la digitalización de los procesos de trabajo, la definición de las herramientas digitales que sean necesarias y ganen en autonomía de gestión.
Entre las líneas de actuación para este año destacan este proyecto de transformación digital de las entidades, pero también la información y el asesoramiento, la promoción el voluntariado, la formación a través de la Escuela de Voluntariado y Asociacionismo y el Servicio de Atención a las Personas Migrantes, del que forman parte ya un centenar de entidades adscritas al programa.