El huerto comunitario puesto en marcha por el Ayuntamiento de Buenavista del Norte constituye una iniciativa que dota al municipio de un espacio de convivencia social en torno al cultivo individual de pequeñas parcelas mediante la agricultura sostenible, lo que favorece la conservación del suelo, del agua, la calidad del aire y la biodiversidad al mismo tiempo que garantiza la salud de productores y consumidores.
Con esta actividad se obtienen plantas de jardinería, medicinales y aromáticas, hortalizas y legumbres promoviendo la participación ciudadana, al ser espacios de colaboración en los que se desarrollan sentimientos de pertenencia y responsabilidad.
Además, se contribuye al desarrollo local por sus aportes a la formación y se impulsa el desarrollo sostenible, al potenciar la educación ambiental y aumentar la seguridad alimentaria mientras se recupera la agricultura tradicional y sostenible.
Esteban Lorenzo, concejal de Bienestar Social, Medio Ambiente, Patrimonio Cultural e Igualdad y Participación, explica que “se trata de mejorar la calidad de vida de los vecinos y vecinas contribuyendo a regenerar los espacios del municipio, pudiendo facilitar a pensionistas y personas que se encuentren desocupadas una alternativa de ocio y, a las personas con escasos recursos, el acceso a alimentos saludables producidos por ellos mismo, favoreciendo la integración y coexistencia entre las culturas que son propias del campo y de la ciudad a la vez que se enriquecen los valores saludables y ambientales y se fomenta la idea de desarrollo sostenible”.
Con el huerto comunitario sostenible, el Ayuntamiento fomenta la participación ciudadana, el desarrollo sostenible y la autogestión de los usuarios; promueve la educación ambiental, mediante la producción hortícola y ornamental a pequeña escala con finalidad educativa, de ocio y autoconsumo; fomenta la motivación por la conservación de la biodiversidad y los hábitats naturales de las especies hortícolas y ornamentales tradicionales y autóctonas a la vez que proporciona, especialmente al colectivo de mayores y desempleados, una actividad lúdica educativa, donde además de las labores propias de la actividad, puedan enriquecer a los demás con consejos propios de su experiencia.
Para Lorenzo “fomentar la relación intergeneracional a través de la transmisión por parte de nuestros mayores, a los más jóvenes, de las tradiciones rurales populares en materia agrícola, es un objetivo crucial en este proyecto, al igual que la posibilidad de proveer a las personas con pocos recursos de alimentos saludables producidos por ellos mismos”.
El plazo para solicitar un espacio en el huerto comunitario será del 1 al 15 de febrero, ambos inclusive.
