El consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Tenerife, Javier Parrilla, indica que tres análisis de muestras de agua regenerada, tomados en diferentes puntos y realizados por un laboratorio independiente, reflejan que los niveles de mercurio en el agua son imperceptibles y muy inferiores a los indicados por la normativa de agua potable de consumo
“El agua regenerada que se distribuye entre los agricultores de Tenerife cumple todos los estándares de calidad que marca el Ministerio de Sanidad para el agua potable de consumo, y así ha sido corroborado por los tres análisis solicitados por Balten a un laboratorio independiente, el cual está certificado por las normas de calidad de Aenor”, ha manifestado el consejero de Agricultura Ganadería y Pesca del Cabildo de Tenerife, Javier Parrilla.
Parrilla explica que las muestras tomadas en tres puntos distintos de suministro de agua al nordeste de la isla (Tacoronte, La Laguna y Tegueste) “determinan que los niveles de mercurio presentes son inferiores a 0,2 microgramos por litro”. Se trata “de una medida muy inferior al límite máximo indicado en la normativa que regula el agua potable de consumo (RD140/2003), que plantea como límite máximo 1,0 microgramos por litro. Por tanto, nuestras exigencias de calidad van más allá de lo normativamente indicado en el régimen de la reutilización de las aguas depuradas”.
De esta manera, continuó el consejero, “el agua regenerada de Tenerife tiene niveles de metales pesados tan bajos que son indetectables y muy inferiores al límite para el agua potable de consumo”. El responsable insular lamenta profundamente “que se esté dando credibilidad a afirmaciones no sustentadas en ninguna prueba y vertiendo afirmaciones sin fundamento, en un intento de generar una noticia falsa en contra del agua regenerada que supone el presente y el futuro de estabilidad para la agricultura de la isla de Tenerife”.
Parrilla se muestra convencido de que la estrategia marcada desde el Cabildo de Tenerife de apostar por el agua regenerada y/o desalada “conducirá a la isla a desarrollarse con mayor eficiencia energética, generará riqueza y es un paso fundamental hacia la economía circular, y por ello somos extremadamente cuidadosos en que esas aguas cumplan con todos los requisitos sanitarios establecidos”, concluye.
