La alcaldesa de la Villa de San Juan de la Rambla, Fidela Velázquez, visitó este martes las recientemente iniciadas obras de rehabilitación de la Casa Grande de Las Rosas, una de las últimas casonas históricas representativas de la vivienda tradicional de las medianías del municipio, que durante una década estuvo en riesgo de desaparecer por el avanzado estado de deterioro, los numerosos expolios y el abandono a la que fue sometida por las diferentes administraciones que hasta la fecha ostentaban su titularidad.
Señalan en un comunicado del grupo de gobierno ramblero que «los esfuerzos que la mandataria local ha realizado en los últimos diez años para evitar la desaparición del icónico inmueble, dieron lugar a que desde el pasado enero se llegara a un acuerdo con el Cabildo Insular para que asumiera la mayor parte del coste total de unas obras que ascienden hasta los 700.000 euros y que irán destinadas a salvar el destino del inmueble con el fin de convertirlo en un centro sociocultural destinado a la formación, investigación y experimentación agraria».
Esta primera fase de las obras, cuyo inicio supone un hecho histórico para el barrio de Las Rosas y para el patrimonio ramblero en general, va destinada a asegurar las zonas peligrosas tras la evaluación estructural del edificio con el apuntalamiento, la andamiada perimetral junto a la limpieza y desbroce de la vía de acceso, incluyendo la vegetación de los bancales realizados con mampostería seca ubicados en el noroeste de la parcela. Esta fase contempla también la limpieza del edificio y adecuación del terreno para el apoyo de los apuntalamientos y plataformas de trabajo. Una vez concluido este periodo, con una previsión de un mes, comenzará el proyecto básico y de ejecución de la recuperación del edificio, que permitirá tener la Casa Grande con un renovado uso a mediados del año entrante.
Cabe recordar que en la actualidad la propiedad del inmueble está en manos del Cabildo de Tenerife, que ha firmado el compromiso de cederlo al Consistorio una vez concluidas las fases de restauración. El Consistorio ya tiene planes para dotarlo de un uso que sirva de revulsivo tanto para el barrio como para toda la zona, siendo epicentro de la formación agraria de la Villa.