Artículo de opinión de Oscar Izquierdo, presidente de FEPECO
La semana pasada, escribí un artículo, contando la odisea que tiene que sufrir todos los días, una joven que vive en el Puertito de Güímar y trabaja a tiempo parcial, cuatro horas, en La Laguna. Recorrer esa distancia de 28,8 Km, que en un vehículo se hace, aproximadamente, en 31 minutos, en guagua, se tarda una hora y media, porque se pasa por Candelaria, la Terminal de Santa Cruz, para llegar finalmente a la Terminal de La Laguna y coger el tranvía para plantarse en el centro de la Ciudad.
Como consecuencia de lo comentado, he recibido muchos whatsapp y llamadas telefónicas, contando diversas experiencias. Aquí va una nueva, que transcribo literalmente: “buenos días don Oscar, estoy tan de acuerdo con usted, que ratifico lo que dice y he de añadir que ciudadanas como yo, estamos pagando un alquiler caro, cerca de La Laguna para no «comernos» las colas de la autopista del Norte, tanto por las mañanas, como por la tarde, para volver, que de esto poco se habla, siendo las viviendas en el norte mucho más económicas. Y ahora que nos decidimos a pagar un «pastón» por una vivienda cerca de La Laguna, me colapsan las vías desde Tacoronte-Guamasa-El Portezuelo-Los Rodeos y tardo más que la gente que va por la autopista. Sólo han cambiado las colas unos metros más abajo, puro maquillaje. ¿Qué quiere la presidenta del Cabildo, que cambie ahora de nuevo en mis hábitos? ¿me mudo al Norte, otra vez, si cierran Guamasa?”.
Queda dicho, lo que me enviaron.
Fotografía de cabecera de artículo cedida por ‘El Día’
