Artículo de opinión de Milagros Fuentes González, adjunta de la Diputación del Común de Canarias
Cada 10 de diciembre desde 1948 celebramos la Declaración de los Derechos Humanos, texto que está disponible en más de 500 lenguas y siendo el documento más traducido en el Mundo. Por ello, siguiendo los deseos de la ONU, hemos de prepararnos para la celebración del 75 aniversario como fin principal de dar a conocer la Declaración de los Derechos humanos.
Dignidad, libertad y justicia para todos
Es una llamada a todas las personas a defender los Derechos Humanos, con el objeto de reorientar nuestro trabajo y medidas hacia un mayor conocimiento de la universalidad de la declaración, en este día y en el día a día, en la necesidad de reconstruir para mejorar, que sea la base de cada individualidad para el esfuerzo de recuperación, juntos todas y todos lograremos “una acción transformadora” del cambio en la que no exista ningún abandono de los valores de la humanidad.
La Declaración de Derechos Humanos es un pilar esencial de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, dicha agenda debe aplicarse de forma que se haga realidad los Derechos Humanos. Sin dignidad humana no es posible impulsar el desarrollo sostenible, así pues, hago un llamamiento a defender los Derechos Humanos. Todos y todas tenemos un papel que desempeñar en la Sociedad que formamos parte. Necesitamos renovar el contrato social entre los gobiernos y sus pueblos y dentro de la sociedad, para reconstruir confianza y adoptar una visión compartida y global de los Derechos Humanos en el camino hacia un desarrollo justo y sostenible.
Un año de trabajo para preparar la celebración del 75 Aniversario, mi aportación consistirá en recordar, hacer efectivo y expresar el artículo 1 de la Declaración de los Derechos Humanos: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y dotados como están de razón y conciencia deben comportase fraternalmente los unos con los otros”.