El portavoz de CC-PNC en el Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, mantuvo recientemente un encuentro organizado por empresarios en el que analizó la situación económica de la Isla y la Corporación insular. Alonso explicó que existe una coyuntura económica complicada debido al enfriamiento de las economías de Alemania y Reino Unido -principales emisores de turistas de la Isla- y la amenaza del Brexit, lo que se está produciendo una ralentización económica debido al descenso del consumo y el turismo. Además, como consecuencia del ciclo electoral y los procesos realizados a finales de mayo, se ha paralizado la obra pública, algo que teme que se prolongue debido al anuncio de las elecciones generales previstas para el 10 de noviembre, ya que no se prevé que haya gobierno hasta principios de 2020.
“Todo esto genera incertidumbre a la hora de elaborar los presupuestos de las Administraciones, de tal forma que vamos a encontrar una situación complicada. Del lado de los ingresos, se producirá una reducción como consecuencia de una menor recaudación del IGIC, un impuesto muy elástico vinculado al consumo que ya ha dado algunas señales en ese sentido durante este segundo semestre del año. En el caso del Cabildo, según lo que han manifestado los responsables del Gobierno de Canarias, se va a producir un descenso en la financiación conjunta de la inversión que se venía realizando hasta el momento. De hecho, están hablando de hacer una revisión del Fondo de Desarrollo de Canarias (FDCAN)”, señaló Alonso.
Asimismo, indicó que “por el lado de los gastos, el parón de la gestión que se ha producido en el Cabildo con la llegada del nuevo equipo de gobierno se va a traducir en un nivel de ejecución pequeño en comparación con el que veníamos realizando estos años. Esto va a tener una incidencia negativa en la regla de gasto para el próximo año. Además, se van a tener que pasar inversiones de este año a 2020, con lo cual tendrán menos margen para invertir en proyectos”.
El portavoz de CC-PNC también indicó que “a todo eso hay que añadirle el problema que se va a producir con la inversión sostenible que veníamos realizando cada año, que ahora se verá comprometida. Ese remanente lo estábamos utilizando para financiar diversas obras en vez de destinarlo a la deuda, tal y como establece el Estado, pero como no se han ejecutado por el parón que hay en el Cabildo, hay que trasladarla a 2020. Eso va a impedir, a su vez, programar inversión sostenible para el próximo año porque no van a cumplir con la Ley de Estabilidad ya que, por ejemplo, no se cumple con el periodo medio de pago”.
Alonso señaló que el Cabildo va a tener menos ingresos y una menor capacidad de inversión para el próximo año, lo que se va a traducir en un menor crecimiento de empleo en Tenerife. En ese sentido, explicó que el Cabildo venía destinando de 220 a 240 millones de euros de inversión al año y prevé que para el próximo año la inversión se reduzca de forma considerable debido a la parálisis en la que se encuentra la Corporación insular desde finales de julio.
En cuanto al empleo, Carlos Alonso señaló que el Cabildo ha venido siendo uno de los elementos impulsores del empleo y recordó que la tasa de paro en Tenerife pasó del 32 % en 2013 al 18,1 % en el segundo semestre de este año -la más baja de Canarias-, pero es posible que la actual falta de gestión contribuya a una ralentización en la generación de empleo, lo que a su vez generará un descenso en los ingresos por la disminución del consumo.
Propuestas en materia de Turismo
Carlos Alonso explicó las acciones propuestas por CC-PNC para afrontar la situación en el sector turístico, entre las que se incluye realizar una campaña especial de promoción junto a las compañías aéreas para este invierno, mostrar las ventajas de la Zona Especial Canaria (ZEC) para la matriculación de aeronaves y el desarrollo del negocio desde las islas y ofrecer acciones vinculadas a la localización como la mejora de la formación e intensificar la promoción en ferias como Routes y World Travel Market.
De igual forma, para Alonso es imprescindible que el Cabildo diseñe e implemente un plan de contingencia, en coordinación con AENA, ante la eventualidad de un Brexit abrupto o no, incluyendo acciones tanto en destino como en origen para evitar que las primeras semanas tras la salida de la Unión Europea generen una distorsión en las llegadas y salidas de británicos.