Buenavista espera por la desaladora del campo de golf desde 2013

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Buenavista del Norte espera abastecerse con agua de la desaladora del campo de golf del municipio desde que lo solicitó en marzo de 2013. Pese a que en 2014 el Cabildo insular anunció las obras que permitirían incorporar a la red pública el agua de esta instalación, la desaladora sigue funcionando a apenas un 20% de su capacidad y el municipio aún no recibe ni un litro de agua desalada.

El alcalde buenavistero, Antonio González Fortes (Sí se Puede), subraya que al entrar este año en el gobierno local, junto a CC, descubrieron que «aún faltan obras en el depósito de la zona para posibilitar el tratamiento indispensable del agua».

Antonio González Fortes

«Pensábamos que el depósito que recibe el agua desalada, junto al hotel, ya estaba en condiciones de uso, pero aún falta ejecutar unas obras para el tratamiento y la cloración del agua», lamenta Fortes.

Aparte de esos trabajos pendientes, el ayuntamiento y Buenavista Golf siguen discrepando, desde el año 2017, respecto al precio final del agua desalada. El gobierno local considera que el incremento del precio que se planteó inicialmente desde el Cabildo de Tenerife «no está justificado», y subraya que ese sobrecoste obligaría a «encarecer la factura de agua a los buenavisteros».

El consistorio reclama al Cabildo, vinculado a la propiedad de la desaladora, nuevos estudios de costes y precios del agua desalada.

Antonio González insiste desde marzo de 2013 en la exigencia de que la desaladora del campo de golf «se utilice al 100% de su capacidad para que aporte agua de calidad al municipio». Con el 80% de capacidad que no se utiliza actualmente, la desaladora de Buenavista Golf podría abastecer a toda la población del casco de Buenavista del Norte, donde residen unas 3.300 personas.

El Cabildo, a través del Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIATF), ejecutó unos trabajos valorados en 600.000 euros para poder elevar el agua desalada desde el depósito de Finca de la Fuente hasta el de la Cuesta II, que abastece al casco de Buenavista.

Pese a que la parte técnica aún requiere una pequeña inversión en el depósito citado, para adaptarlo a la normativa, el acuerdo por el precio a pagar es el mayor obstáculo para que el Norte empiece a abastecerse con agua desalada del mar.

Un cambio de modelo

Antonio González subraya que la conexión de la desaladora de Buenavista Golf a la red pública sería «un primer paso importante para avanzar hacia un cambio de modelo, con agua desalada para abastecimiento público en el Norte, que permitiría, además, liberar agua de las medianías y reducir la presión sobre las galerías». González apuesta por invertir en la producción de agua pública desalada «a gran escala».

Fuente: El Día (Raúl Sánchez)

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