En el ‘Día Internacional de la Salud Mental’, la consejera insular de Acción Social, Águeda Fumero, asegura que “la revolución en la gestión de los social implica articular políticas para la promoción de la salud mental”
El Cabildo de Tenerife hace una apuesta por la especialización en la atención a las personas con problemas de salud mental. La inversión que realiza el Instituto de Atención Socio Sanitaria (IASS) en este ámbito asciende a los 12.160.486 euros en este 2023.
En la actualidad, la institución insular cuenta con 994 plazas socio sanitarias para usuarios con problemas de salud mental, distribuidas en centro de día, residenciales y promoción de la autonomía personal. Además, se trabaja con pacientes con diferentes patologías (como el trastorno mental grave, el trastorno límite de la personalidad o la patología dual), a través de recursos especializados, gestionados por las principales entidades del tercer sector, como AFES, ATELSAM, SERCA GESTIÓN o APANATE.
En el Día Mundial de la Salud Mental que se conmemoró ayer martes, la consejera del área, Águeda Fumero, resaltó la importancia “del trabajo coordinado entre la administración y las entidades del tercer sector, para dar una respuesta eficaz a las necesidades de las personas”, y en este sentido, reivindicó “la revolución en la gestión de lo social, que implica articular políticas para la promoción de la salud mental”.
Salud mental e inserción laboral
Por otro lado, el Cabildo destina 480.480 euros cada año a los Equipos de Apoyo Individualizado al Empleo (EAIE), con el objetivo de lograr la integración laboral de las personas con discapacidad por enfermedad mental en el empleo ordinario.
La consejera de Acción Social, Águeda Fumero, ha reconocido “la gran labor que realizan los profesionales de este programa, que desarrolla Sinpromi, a través de un convenio con el IASS, desde 2004, logrando casi 3.300 contratos laborales”.
Los Equipos de Apoyo Individualizado trabajan para “dar un apoyo continuo y flexible antes, durante y después de lograr el empleo en el mercado laboral, convirtiéndose en un mecanismo dinámico de búsqueda de empleo, atendiendo a las preferencias laborales de cada persona y en función de sus necesidades, intereses y capacidades”.
Este programa permite la colocación laboral de personas con discapacidad por problemas de salud mental en un entorno laboral que facilita la formación y el alcance de los objetivos propuestos, sin estigmatización, integrado con el resto de la plantilla de la empresa.
Fumero recalcó que “este gobierno incidirá no solo en el ámbito asistencial, sino también en combatir el estigma que todavía sufren muchos pacientes con este tipo de patologías”.