Antonio Hernández: «Nos han apretado tanto el cinturón que nos están asfixiando»

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El alcalde guanchero afirma que la Ley de Racionalización y Sostenibilidad, que aprobó su partido en 2013, fue una medida necesaria y justificada, pero su mantenimiento en la actualidad, unida a la nueva ley de contratos del sector público, está poniendo a los ayuntamientos y a los alcaldes al borde del colapso, con riesgo incluso para el mantenimiento de servicios esenciales. Espera que acaben las restricciones para contratar personal para continuar con proyectos como el nuevo auditorio, el complejo de la piscina o la mejora de plazas y polideportivos.

Usted es muy crítico con la nueva legislación que afecta a los ayuntamientos, ¿tan difícil resulta gobernar ahora?

La política se ha convertido en un auténtico deporte de riesgo. Es como estar continuamente al borde del precipicio esperando que alguien llegue y te empuje. A partir de la aprobación de la nueva ley de contratos nos ha obligado a levantar reparos de forma continua para poder seguir ofreciendo servicios esenciales a los vecinos. Debido a que en el pasado no se contrataron los servicios de la forma adecuada, ahora nos encontramos con unos requerimientos legales que tardaremos al menos diez años en poder cumplir. Estoy de acuerdo con que se aumenten los controles y se evite la contratación a dedo, pero las administraciones tenemos poca capacidad para regularizar lo que no se ha hecho en 40 años. Creo que los alcaldes actuales y los que vengan en los próximos diez años tendrán que estar levantando reparos continuamente. Y es una situación delicada. Si no lo hacemos, se paran los servicios esenciales.

¿La falta de personal complica aún más las cosas?

Sí, la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de 2013 supuso un antes y un después en cuanto a las posibilidades de contratación de personal en los ayuntamientos. Fue una medida absolutamente justificada, por ejemplo en el caso de La Guancha, donde los gastos de personal consumían aproximadamente el 70% del presupuesto. Eso era insostenible, pero las cosas han cambiado. Aquí el capítulo uno no llega ya al 40% y las contrataciones continúan muy limitadas. Podríamos hacer más inversiones y proyectos, pero es hora de cambiar esa ley, que estuvo debidamente justificada, pero ahora toca apretarle el cinturón a otras administraciones, como las comunidades autónomas y el Gobierno del Estado, que no han sufrido las restricciones brutales que han soportado los ayuntamientos y los cabildos. Somos los únicos que hemos cumplido con el déficit y las deudas. Pero nos han apretado tanto el cinturón que nos están asfixiando. Por no dejarnos contratar, hay servicios esenciales de los ayuntamientos que están en peligro.

¿Lo sufren especialmente en la Policía Local?

Bueno, en ese sentido nosotros no estamos muy mal. Tenemos seis agentes, con uno de ellos en la Policía Autonómica, y la intención en 2020 es crear dos nuevas plazas para acercarnos a la ratio ideal que estaría en nueve agentes. Pero la policía no es lo que peor está, en el resto del ayuntamiento sólo tenemos un funcionario. Eso causa muchísimos problemas de gestión y conflictos con Función Pública. Queremos reponer las bajas de estos años con funcionarios.

¿Cuáles son sus prioridades en materia de obras?

Son muchas, pero lo primero es terminar las obras que ya han empezado, como los vestuarios del campo de fútbol y la posterior sustitución del césped artificial, donde se invertirán más de 550.000 euros. Queremos poner en servicio el complejo deportivo de la piscina municipal, para el que también tenemos 15.000 euros para redactar el proyecto de la urbanización exterior, donde se invertirán 300.000 euros del presupuesto municipal en 2020. Allí irá también el parque de calistenia y el skate park. De los proyectos que no han empezado, creo que el gran objetivo de este mandato debe ser el nuevo auditorio municipal, que ya tiene proyecto y se trabaja en los pliegos para licitar una obra valorada en casi 5 millones de euros. Deberíamos licitarla en 2020 para poder finalizarla en 2022. Además, tenemos la rehabilitación de la plaza de la iglesia, la plaza de Las Cucharas, el polideportivo de Santo Domingo, etcétera. Tenemos un mandato muy ajetreado por delante.

¿Cuándo cree que se podrá inaugurar por fin la piscina?

Hace unos meses dije que esperaba lograrlo a finales de 2020, pero viendo las dificultades que hemos encontrado al llenar los vasos de la piscina y los defectos de construcción detectados, creo que no será posible hasta 2021. Aún falta parte del equipamiento y lo peor son los defectos de construcción que aún debe reparar la empresa que ejecutó la obra. Además, faltaría la urbanización exterior, que sí está prevista para 2020. Para no engañar a nadie, pensamos en 2021 como el objetivo a cumplir y vamos paso a paso para corregir todos esos defectos. Paralelamente, avanzamos en el reglamento de uso de la instalación y en la ordenanza fiscal para poder cobrar por el uso de esas instalaciones. Esperamos aprobar ambos documentos a principios de 2020 y luego tocará preparar la licitación de los distintos servicios. La gestión será cien por cien municipal, pero se encargará la prestación de algunos servicios a empresas externas. Cuando esté en marcha, tendremos un complejo deportivo de primer nivel.

¿Fue un error recibir la obra de la piscina?

La historia está escrita. La hemeroteca está ahí. Yo me opuse a venir a sacarme la foto en una obra inacabada, que estaba muy lejos de poderse poner a disposición de los vecinos. Espero que se vea que el tiempo me ha dado la razón porque queda mucho por hacer. Esa obra no se debió recibir hasta que se hubiera hecho una puesta a punto. No se hizo y aún se filtra agua.

¿Espera que se resuelvan pronto la carencia de accesos adecuados por carretera a La Guancha y el cierre del anillo insular entre Los Realejos e Icod?

Sí, los problemas de los accesos los compartimos La Guancha y San Juan de la Rambla, que nos hemos quedado aislados. Acaba de empezar el tramo de El Tanque a Santiago del Teide y desde aquí hacemos una llamada casi de auxilio al Gobierno de Canarias para que empiecen a trabajar en el proyecto del tramo que falta. Cuando se acabe El Tanque-Santiago del Teide vamos a tener un grave problema de congestión en nuestros municipios, donde no hay anillo insular. La situación empeorará para nosotros, donde ya tenemos varios puntos negros y muchos accidentes a lo largo del año. Ya es hora que se tomen en serio el tramo entre Los Realejos e Icod y redacten ya un proyecto. Seguimos en la cola y tenemos que levantar la voz. Es irresponsable que no tengamos ni las líneas trazadas. Espero que en estos cuatro años al menos se redacte el proyecto y se reserve el presupuesto.

¿Qué ocurre con la playa de Santo Domingo, cerrada desde hace más de doce años?

Por problemas de desprendimientos, lleva muchísimos años cerrada y ya me gustaría a mí poder reabrirla con condiciones de seguridad. Es un paraje precioso, muy familiar y acogedor. Los pescadores han tenido que abandonar la actividad o marcharse a otros municipios. Y para los vecinos este cierre es doloroso. En los últimos cuatro años no se avanzó absolutamente nada, tras la ejecución de una primera fase el Cabildo asignó el proyecto a tres áreas diferentes. Ahora estamos pendientes de una resolución de Costas sobre el proyecto definitivo que se ha planteado. Si dan luz verde, se redactaría y se ejecutaría por la vía de urgencia. Hemos optado por la opción más económica y, aún así, costará más de un millón de euros. Esperamos que el Cabildo no escatime porque esa playa hay que reabrirla sí o sí. No creo que haya otro caso igual en Tenerife.

Fuente: El Día (Raúl Sánchez)

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