Antonio González Fortes encabeza la candidatura de Sí se puede para el Ayuntamiento de Buenavista en las elecciones municipales convocadas para mayo de 2019. Esta es la decisión de las primarias internas con las que la organización escoge a las personas que encabezan sus propuestas electorales, tal como ratificó la Asamblea Canaria de Sí se puede recientemente.
“Contamos con la extraordinaria ventaja de conocer el municipio y el funcionamiento de la corporación a raíz de habernos hecho cargo del gobierno municipal en el periodo 2011-2015”, destaca González Fortes, que fue alcalde de Buenavista en el mandato anterior, junto a su equipo de Sí se puede.
“Nuestro objetivo es retomar el gobierno de Buenavista para hacer caminar al municipio por la senda de desarrollo sostenible y participación que pusimos en marcha entonces y para desarrollar un programa que oriente al municipio con un rumbo claro”, subraya el candidato.
“Contamos con una trayectoria de mucho trabajo con la ciudadanía a lo largo de los años, lo que nos ha permitido consolidar y fortalecer nuestra organización; conocemos a fondo el municipio, conocemos a la gente y sabemos trabajar codo con codo con la ciudadanía en pos de sus deseos y para resolver sus necesidades, como hemos demostrado”, asegura González Fortes.
La designación del resto de las personas que integrarán la candidatura de Sí se puede para el Ayuntamiento de Buenavista se guía por criterios establecidos por la organización para todas sus propuestas electorales. Uno de los fundamentales es la paridad de género con la que se construyen las listas, de forma que la segunda plaza será ocupada por una mujer, y así sucesivamente por turnos. Asimismo, deben participar en la lista personas de todo el municipio y la candidatura debe reflejar una diversidad de experiencias de movilización social y comunitaria y de condiciones personales.
Sí se puede establece que las personas que participan en sus candidaturas cuenten con la suficiente experiencia para mantener trayectorias políticas coherentes, que sean íntegras y sensatas, con capacidad de diálogo y tolerancia a la hora de crear procesos colectivos y que generen confianza sobre su capacidad de gestión de los asuntos públicos. Además, deben tener la voluntad de formar parte de un proyecto político basado en la implicación continúa de la ciudadanía en los asuntos que le afectan.
