El Cabildo habilitará una línea de subvenciones, por importe de 250.000 euros, para mitigar los efectos de la polilla guatemalteca y mejorar la calidad de los suelos de cultivo en la isla de Tenerife.
El consejero de Sector Primario, Valentín González, adelanta que “el Consejo de Gobierno de mañana jueves dará luz verde a esta medida, que persigue promocionar, entre las explotaciones agrarias, una serie de práctica encaminadas a minimizar los daños causados por la polilla guatemalteca de la papa, además de mantener la calidad agronómica de los suelos”.
Esta línea de ayudas está dirigida a cuatro ejes de actuación: la rotación de cultivos, la adquisición de productos fitosanitarios, la suelta especializada de enemigos naturales y la retirada (para su eliminación) de papas afectadas por la polilla guatemalteca.
La plaga conocida como polilla guatemalteca de la papa se detectó por primera vez en Tenerife en la campaña 1998-1999.
Sobre esta cuestión, el consejero de Sector Primario incide en que “es fundamental que desde el Cabildo continuemos impulsando medidas para controlarla, puesto que no existe un método de control que, por sí solo, sea suficientemente eficaz”. Además, el uso de plaguicidas de síntesis no tiene un efecto significativo en el control de la plaga, por lo que son necesarias una serie de medidas aplicadas de forma complementaria, tendentes a evitar las condiciones favorables a la propagación de la plaga y a la reducción de daños, tanto durante el cultivo como tras la cosecha.
La rotación de cultivos (que evita cultivar papa durante dos campañas seguidas en el mismo terreno) permite romper el ciclo de la plaga. Las subvenciones concedidas en el marco de la convocatoria de rotación de cultivos de los últimos años han supuesto poner en rotación una media de 72 hectáreas al año, con un pico máximo de 152,9 hectáreas en 2023, año en el que “nos propusimos dar un salto cualitativo en la convocatoria de ayudas, con un enfoque más integral en la estrategia de control de la plaga, que incluyera otras medidas que tienen un efecto positivo en la reducción de daños, así como mejorar la calidad de los suelos dedicados continuamente a cultivo de papa”.