Según los psicólogos y psicólogas colegiados, este concepto remite directamente a lo biológico e induce a priorizar los psicofármacos como opción de tratamiento. Destacan que este enfoque puede llevar a una desconexión de las causas reales del malestar
El Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife se suma a la celebración del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, advirtiendo de los posibles riesgos asociados al uso del término enfermedad para referirse a esta patología. En este sentido, los psicólogos y psicólogas colegiados destacan que este concepto remite directamente a lo biológico e induce a priorizar el uso de psicofármacos como tratamiento.
La representante de la comisión de Psicología Clínica del Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife, Esther Sanz, destaca que “el mal uso de esta terminología puede llevar a generar una desconexión de las auténticas causas del malestar que sienten las personas, de sus necesidades y de los cambios que necesitan hacer en sus vidas”.
En este contexto, Sanz subraya la importancia de no confundir la depresión con el sufrimiento que las personas pueden experimentar ante las adversidades de la vida. «Es crucial que los profesionales sepamos diferenciar correctamente esta patología, ya que, de no hacerlo, podríamos contribuir a la cronificación de cuadros psicológicos que podrían remitir de forma natural o conceptualizar como enfermedad lo que en realidad es una reacción ante la adversidad, poniendo el enfoque en el lugar equivocado», explica.
Según datos del Instituto Canario de Estadística (ISTAC), en la actualidad, el 33% de la población canaria mayor de 16 años se siente, en mayor o menor medida, deprimida o ansiosa. Además, el 9,3% tiene estas sensaciones de forma moderada, mientras que el 4,5% confiesa estar muy deprimido o ansioso y el 1,26% afirma sufrir de manera intensa este trastorno. “Para combatir estas cifras es necesario impulsar políticas que aumenten la proporción de psicólogos y psicólogas por habitante, ya que actualmente estamos a la cola de Europa en este aspecto. La falta de acceso a atención psicológica lleva a una medicalización y cronificación de los problemas emocionales», afirma Sanz.
En cuanto a la prevención, Sanz destaca la importancia de abordar el impacto de las políticas en vivienda, trabajo o el uso de las nuevas tecnologías, entre otros aspectos, en la salud mental. «Los problemas económicos y sociales están estrechamente relacionados con la depresión», señala.
Sanz concluye destacando la importancia del lenguaje y la necesidad de crear proyectos que tengan presente la salud mental. “Hoy en día vemos cómo muchas veces utilizamos indistintamente los términos de depresión y bipolaridad ante los cambios de humor justificados. Al igual que con el uso de la palabra enfermedad, es importante que sepamos distinguir nuestras emociones y sensaciones, dándoles el lugar y la atención que merecen”.