El Cabildo de Tenerife, a través del área de Sector Primario, ha comenzado con los primeros trabajos para la recuperación del agrosistema del castañero que fue afectado por el gran incendio ocurrido en agosto de 2023. Estos, en el marco de un encargo a la empresa pública TRAGSA, se desarrollarán hasta finales de 2027, destacó ayer viernes el consejero de Sector Primario y Bienestar Animal, Valentín González, el cual mantuvo una reunión con los Ayuntamientos afectados en las dependencias de la Agencia de Extensión Agraria de La Orotava.
González destaca que “ya se realiza un diagnóstico rural participativo para conocer el estado del agrosistema, con reuniones participativas como la celebrada este viernes en La Orotava, con administraciones, asociaciones, agricultores, etcétera, y la colaboración con los Ayuntamientos para la identificación de los propietarios de las parcelas afectadas y la regularización en catastro, en el marco de otro encargo a la empresa SEGIPSA”. Además, se prevé el acondicionamiento de las parcelas más gravemente afectadas, con la eliminación de ramas, tocones, entre otros, previo a la plantación de los castañeros. Esto se realizará en los años 2026 y 2027 a través de una subvención en especies a solicitar por los propietarios de las parcelas afectadas, todavía no convocada.
En estas reuniones, según Valentín González, se explicarán en detalle los trabajos a ejecutar y la documentación acreditativa necesaria para tramitar las alteraciones catastrales en cada caso, se dará debida publicidad a estas reuniones informativas, así como, al calendario de atención al público.
El consejero de Sector Primario y Bienestar Animal señala que “debido a que no es posible importar castañeros con seguridad por no existir en Tenerife enfermedades como el chancro, presente en otras zonas, y para no introducir variedades foráneas, uno de los trabajos previstos es la producción de castañeros de variedades locales para reponer aquellos muertos o gravemente afectados por el incendio”.
La producción de castañeros es una labor que durará años. Los árboles normalmente constan de dos partes: el patrón, en la parte inferior, que aporta sus raíces y anclaje al suelo y una porción de tronco; y el injerto, insertando en el patrón una púa o una yema de la variedad que se desea producir. Que patrón e injerto sean de la misma variedad disminuye mucho los riesgos de incompatibilidad entre patrón e injerto, algo común en esta especie, por lo que las castañas y el futuro material a injertar se cogerán de los mismos árboles.
El Centro de Conservación de la Biodiversidad Agrícola de Tenerife (CCBAT) tiene identificados y estudiados castañeros en las zonas productoras de Tenerife de variedades locales como Castagrande, Redonda, Arafera, Polegre, Mansa, Picuda, etc., que han sido enviadas para su registro, pero la intención es marcar y estudiar genéticamente más ejemplares de dichas variedades locales, para elegir los árboles “madre” de los castañeros a producir. En este 2024 se ha comenzado con la recolección de castañas de los árboles ya estudiados y seleccionados por el CCBAT, que una vez germinadas y cuando las plantas hayan obtenido el suficiente diámetro dentro de unos años, serán los patrones en los que se injertarán las variedades locales deseadas, destaca Valentín González.
