El Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife se suma a la declaración institucional del Consejo General de la Psicología de España para recordar la urgencia de trabajar activamente en la prevención de la violencia de género. Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, conmemorado este 25 de noviembre, la decana del COP de Tenerife, Carmen Linares, recuerda la importancia de comprender el impacto que esta violencia tiene en el desarrollo de una sociedad equitativa y libre de cualquier forma de abuso.
En este sentido, Linares apela a la declaración institucional del Consejo General de la Psicología de España, explicando que “la conmemoración de este día es crucial para visibilizar las diversas formas de violencia que afectan a mujeres de todas las edades y contextos, y para recordarnos la urgencia de construir una sociedad que no solo rechace la violencia de género, sino que trabaje activamente en su prevención y en el apoyo integral a aquellas que la sufren”.
“A través de la educación, la formación y la sensibilización, debemos incidir en la difusión de conocimientos y en la creación de conciencia sobre la violencia de género. Esta labor requiere una visión integral y coordinada con la sociedad y sus instituciones, abogando por políticas y programas que protejan a las mujeres y eduquen a las generaciones presentes y futuras”, añade.
Linares, alerta de la importancia de que las instituciones trabajen junto a psicólogos colegiados y psicólogas colegiadas para poder desarrollar planes de prevención y abordaje de la violencia de género en los que la salud mental sea un pilar fundamental. “Cuando nos enfrentamos a este tipo de violencia es de vital importancia que se tenga en cuenta el estado de salud mental de la persona afectada y la sensibilidad con la que habría que tratarla para abordar su problemática”, señala.
“En este contexto de trabajo constante, hoy queremos enfatizar uno de los desafíos contemporáneos de la violencia de género que afecta particularmente a la juventud: la creciente exposición y consumo de pornografía desde edades muy tempranas y su impacto en el desarrollo de actitudes y conductas violentas hacia las mujeres. Conscientes de que esta problemática se inserta en un contexto de cambios tecnológicos y sociales profundos, creemos que es urgente responder desde nuestra disciplina y desde la colaboración interinstitucional para mitigar las consecuencias de estas dinámicas”, concluye.
