El Cabildo de Tenerife destina un millón de euros para la mejora del alcantarillado de las viviendas en Punta Brava, en Puerto de la Cruz. La presidenta de la Corporación insular, Rosa Dávila, señala que esta inversión “se enmarca en una serie de actuaciones que buscan solucionar el problema de vertidos de aguas residuales que ha obligado al cierre de Playa Jardín, clausurada desde hace tres meses debido a niveles de contaminación que desaconsejan el baño”.
“El objetivo es conectar todas las viviendas del barrio a la red de saneamiento municipal, un problema histórico que afecta a alrededor de 450 casas en esta zona de autoconstrucción”, explica Dávila. En ese sentido, la falta de conexión a la red de alcantarillado ha generado vertidos indeseados y ha incrementado la carga sobre la depuradora de Punta Brava, que se encuentra al límite de su capacidad.
“Desde el Cabildo hemos acelerado los trámites para la ampliación y remodelación de la actual depuradora comarcal de Puerto de la Cruz, en Punta Brava, un proyecto que supone una inversión que ronda los 20 millones de euros. Vamos a trabajar estrechamente con el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz y otras administraciones competentes para restablecer la normalidad en la zona y devolver a Playa Jardín su condición de punto de referencia turística y recreativa de la isla”, indica Rosa Dávila.
Por su parte, la consejera de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias, Blanca Pérez, explica que el Consejo Insular de Aguas de Tenerife sigue ejecutando diferentes labores para reparar la fisura del emisario submarino de Punta Brava. Estos trabajos, con un coste de 201.000 euros, han sido intermitentes debido a las condiciones del mar y se han realizado bajo supervisión de análisis ambientales.
En ese sentido, antes de iniciar las reparaciones, los análisis en el emisario y su entorno reflejaban que los niveles de contaminación estaban dentro de la normativa. Los nuevos estudios confirman que los valores siguen por debajo de lo establecido legalmente e incluso son ligeramente menores, ya que no se está vertiendo agua cuando se trabaja en la reparación.
Además, los análisis realizados en la zona del aliviadero de Los Realejos, donde se han desviado temporalmente las aguas mientras se ejecutaban los trabajos, también indican que los niveles de contaminación están dentro de los límites establecidos. Sin embargo, en Playa Jardín los últimos datos muestran valores que aún desaconsejan el baño.