El Consejo Insular de Aguas comunicó la rotura del emisario submarino de Punta Brava hace cuatro años

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La rotura del emisario de la depuradora de aguas residuales de Punta Brava, en Puerto de la Cruz, que se baraja como una de las causas de los vertidos fecales que obligaron a cerrar Playa Jardín el pasado 3 de julio, hace 61 días, se conoce desde el verano de 2020. Pero ha sido ahora, cuatro años después, cuando han comenzado las obras de urgencia para repararlo, en concreto el pasado 11 de julio.

En un informe firmado precisamente el pasado 11 de julio, Sonia Vega, jefa del área de Infraestructura Hidráulica del Consejo Insular de Aguas (CIATF), asegura que fue el 6 de julio de 2020 cuando esta entidad, dependiente del Cabildo de Tenerife, comunicó las fugas en este emisario. En ese momento, PSOE y Ciudadanos llevaban un año gobernando en el Cabildo y el pacto de las flores (PSOE, NC, Podemos y ASG), en el Ejecutivo de Canarias.

En el documento oficial, realizado para dar respuesta a una solicitud de información del Ayuntamiento de Puerto de la Cruz sobre la calidad de sus aguas de baño, el Consejo Insular de Aguas no detalla cuándo supo que se había producido la rotura de un emisario que se encuentra muy cerca de Playa Jardín. Se limita a explicar que «en el curso de los trabajos de seguimiento del emisario submarino de Punta Brava se detectó una fuga, inicialmente evaluada como menor, en la conducción de vertido» en un punto a 8 metros de profundidad muy cerca de la costa.

Los detalles del informe

El informe añade que este extremo fue «convenientemente comunicado a la Dirección General de Lucha contra el Cambio Climático de la Consejería de Transición Ecológica y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias a través de oficio de 6 de julio de 2020». Y añade que «por parte del CIATF se han acometido desde entonces los trabajos de análisis, encargo y redacción del proyecto técnico que permitirán realizar las obras de reparación de la conducción de vertido».

Cuatro años después y a los 38 días del cierre de Playa Jardín, el Cabildo informa el pasado 9 de agosto de que van a comenzar los trabajos para reparar esa fisura del emisario. «El Cabildo de Tenerife iniciará el domingo, día 11 de agosto, los trabajos de reparación de la fuga detectada en el emisario submarino de Punta Brava. El Consejo Insular de Aguas de Tenerife ha contratado los trabajos de esta actuación, cuya primera fase supone una inversión de 39.800 euros», explica la nota de prensa.

Los equipos de mando del Cabildo y del Gobierno de Canarias habían cambiado. CC y PP llevaban un año gobernando en ambas administraciones, que junto con el Ayuntamiento acababan de celebrar una reunión, el miércoles 31 de julio, para abordar el desastre de Playa Jardín. En ese encuentro se decide acelerar la reparación del emisario, a través de la declaración de urgencia, y agilizar los trámites para ampliar la depuradora de Punta Brava a la que está conectado, una instalación que trata las aguas residuales de Puerto de la Cruz, La Orotava y Los Realejos y que hace muchos años se ha quedado obsoleta y sin capacidad para afrontar todo el caudal que recibe.

El mencionado comunicado del Cabildo da más detalles de la actuación en la tubería de la depuradora: los buzos abordarán la reparación de «la pequeña fuga, que tiene que quedar solventada lo ante posible». Lo harán mediante «la aportación de mortero de secado rápido para fugas de agua y resina inyectable de máximo rendimiento». Cuando han pasado 21 días del inicio de esta compleja actuación, los operarios siguen trabajando a toda prisa para tapar la rotura y evitar las fuertes mareas se septiembre.

Toda esta documentación, así como el informe de Salud Pública del Gobierno de Canarias que advirtió el 26 de febrero de 2022 del «llamativo» empeoramiento que se venía detectando desde el año 2016 en la calidad de las aguas de Playa Jardín, está siendo analizada por la Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife. Francisca Sánchez, de la unidad de Medio Ambiente y Urbanismo del ministerio público provincial, abrió diligencias previas después de que el pasado 23 de julio recibiera una denuncia sobre el desastre de la principal zona de baño de Puerto de la Cruz por parte de la Asociación Empresarial Canaria de Consultores Medioambientales.

No es la única investigación abierta por los vertidos fecales en las tres calas de Playa Jardín y el vecino barrio de Punta Brava. Las pesquisas judiciales para depurar responsabilidades se sumaban al expediente que había abierto la Consejería de Transición Ecológica y Planificación Territorial. En un comunicado del 12 de junio, este departamento del Gobierno canario anuncia «un proceso de inspección» para «contribuir a esclarecer los motivos» del cierre de Playa Jardín tras ser detectados unos niveles «desproporcionados» de bacterias asociadas a las aguas fecales.

En este proceso se investigarán los pasos dados por el Consejo Insular de Aguas y el propio departamento regional de Transición Ecológica en la gestión y seguimiento del emisario en los últimos años que forman parte de sus competencias. Ángel Montañés, director general de Transición Ecológica y precisamente candidato las pasadas elecciones del PP a la Alcaldía de Puerto de la Cruz, asegura en la referida nota que «en caso de detectarse algún tipo de actitud negligente se notificará a la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural para que instruya, si así lo considera, expedientes sancionadores».

Mientras se desarrollan estas averiguaciones, vecinos y comerciantes de la zona, unidos en el colectivo Punta Brava Stop Vertidos al Mar, se preguntan por qué se tardó tanto en actuar si ya Salud Pública había alertado de vertidos de aguas residuales desde hacía ocho años y el Consejo Insular de Aguas sabía desde hacía cuatro que había una fisura en el emisario. Esta situación conllevó un riesgo para la salud de los bañistas y los vecinos de Punta Brava y para las especies que habitan estas aguas. Las bacterias que se encuentran en las aguas fecales pueden producir enfermedades, sobre todo digestivas.

Tampoco comprenden la disparidad de conclusiones de las analíticas realizadas en la zona de este emisario. El Consejo Insular de Aguas asegura en el informe del 11 de julio que «dentro de la campaña 2024 del programa de vigilancia y control no se advierte empeoramiento de los parámetros en ninguno de los puntos del entorno de vertido del emisario», por lo que concluye: «No parece probable que el empeoramiento de la calidad de las aguas de baño en el entorno de Playa Jardín, que se viene observando desde 2016 según refiere Salud Pública, tenga su origen en la fuga detectada en el emisario submarino de Punta Brava».

Fuente: El Día (Daniel Millet)

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