El pasado sábado el pueblo vivió una jornada repleta tradición en uno de los actos más populares de las fiestas patronales y que este 2024 pudo recuperar su salida habitual desde el monte
Como cada año, el segundo sábado del mes de agosto La Guancha se viste de tradición con la popular Bajada de las Hayas, que ha reunido en su vigésimo cuarta edición a unos 2.000 participantes. En esta ocasión, la popular Bajada recuperó su salida original desde la conocida Casa de la Pradera. Fue en 2019 el último año en el que esta singular romería pudo salir desde la zona del monte.
Desde primeras horas de la tarde, numerosos romeros y las distintas agrupaciones participantes se concentraban en el entorno de la céntrica plazoleta Ángeles Machado para hacer uso del transporte habilitado desde el casco urbano hasta la Casa de la Pradera.
Esta particular romería que celebra La Guancha desde 1998 tiene su origen en la recreación de lo que sucedía en el pueblo hace muchos años atrás, en los días previos a las fiestas, cuando un grupo de vecinos se dirigían al monte para recoger hayas y decorar las calles más céntricas y la plaza de la Iglesia.
A lo largo de todo el recorrido que atraviesa un primer sendero en el monte y que posteriormente se adentra en la zona urbana a través de El Farrobo, el barrio más alto de la localidad, cientos de participantes ataviados con vestimenta típica y tradicional se sumaron a la comitiva de la Bajada presidida por las candidatas a reina de la Fiesta de la Cosecha con el estandarte de la Virgen junto a las autoridades locales.
En la cita no ha faltado la música tradicional y parrandera con la participación de la Asociación Cultural La Guanchería, la Danza de las Flores de Tegueste, parranda del Club de Mayores La Guancha Casco, Parranderos del Drago, el Perenkén Guanchero, grupo Ayadirma de Daute, la parranda de Santa Catalina, parranda Medio Litro, agrupación La Atahona, grupo Familia Los Alzados y parranda La Limera.
Hacia las 9 de la noche la Bajada finalizaba a las puertas de El Dulce Nombre de Jesús, lugar de encuentro de todos los grupos y parrandas participantes para realizar las tradicionales ofrendas a la patrona, la Virgen de La Esperanza. Posteriormente, la noche de fiesta se prolongó hasta las 4 de la madrugada con una verbena amenizada por las orquestas Arguayo Band y Dorada Band.