El Partido Socialista ha pedido un pleno extraordinario, que se celebrará en las próximas semanas, para que la presidenta del Cabildo de Tenerife dé explicaciones sobre su estrategia en el último pleno ordinario de la corporación, cuando Coalición Canaria y Partido Popular enmendaron a la totalidad la moción socialista que proponía impulsar una ecotasa real, que gravara las pernoctaciones turísticas a no residentes en las Islas. Con la enmienda a la totalidad, obligaron a la retirada de esta propuesta y evitaron que se debatiera en el Cabildo sobre una ecotasa real, según ha explicado el presidente del Grupo Socialista, Pedro Martín
La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, tendrá que explicar en un pleno extraordinario «el boicot que protagonizó en el último pleno de la corporación, en el que evitó que se debatiera y se votara una moción del Grupo Socialista que defendía la implantación en Canarias de una ecotasa real”, según ha explicado el presidente del grupo, Pedro Martín.
Martín ha insistido en que “Rosa Dávila no ha querido apoyar una ecotasa e intenta engañar a la opinión pública diciendo que pagar por entrar en el Parque Nacional es la ecotasa. Y eso es falso”, ha agregado.
La petición socialista fue registrada el pasado martes, 30 de abril, por lo que, en el caso de que la presidenta no convoque el pleno extraordinario de manera voluntaria, este se activará de manera automática, en los términos que establece el reglamento de la corporación insular.
El PSOE propone, y así lo llevó en su programa electoral, la implantación de un tributo directo que grave las pernoctaciones alojativas de los no residentes, incluidas las viviendas vacacionales, todo ello con el objetivo de que la cifra que se recaude permita una mejor redistribución de la riqueza que genera el turismo en Canarias.
Ese era el contenido de la moción que los socialistas llevaron al último pleno ordinario del Cabildo. En lugar de ser sometida a debate y votación, tanto Coalición Canaria como el Partido Popular presentaron una enmienda a la totalidad para sustituirla por una propuesta de estudio de cobro por acceder a los espacios protegidos, lo que privaría de los ingresos que genera el resto de turistas y desvirtuaría el carácter real de la ecotasa, tal y como se ha venido planteando por la sociedad de las Islas en los últimos años.
Esta maniobra obligaba a retirar la propuesta del PSOE sin que fuera debatida ni votada, evitando así que el gobierno de Rosa Dávila, sostenido por CC y PP, tuviera que mostrar públicamente su rechazo a la ecotasa, burlando un debate que los canarios y las canarias han reclamado en los últimos años, tal y como se puso de manifiesto durante la movilización social del pasado 20 de abril.