Artículo de opinión de Oscar Izquierdo, presidente de FEPECO
El sector de la construcción suele ser continuamente vilipendiado, los que así lo propagan se basan en argumentaciones estrictamente ideológicas, es decir, sin fundamento real, muy subjetivas y demasiado demagógicas. Despreciado por los de siempre, los mismos que desde su nacimiento se han aprovechado, con justicia, de sus beneficios innegables, tiene potencialidad para hacer posible una vida más confortable, aportando todo lo necesario para un bienestar social razonable. Guste o no guste, porque la realizad es tozuda y esclarecedora, es el sector económico básico y estructural de cualquier economía, que la hace avanzar de forma segura, además de ser imprescindible en cualquier territorio para conseguir una mayor calidad de vida ciudadana.
Cuando en Canarias se debate sobre el modelo económico que tiene que implantarse en nuestra tierra, desde luego, siempre hay y habrá que contar con la construcción como el pilar sustentatorio del mismo, ya que produce una influencia imprescindible sobre cualquier otra actividad o vivencia. Guarda un pasado glorioso, nuestro patrimonio, que hay que cuidar, mantener y proteger. Un presente que tiene que ser activo, para conformar la demanda con la oferta y desde luego, un futuro alentador de crecimiento, progreso y desarrollo sostenible. Cuenta con miles de profesionales, en todas sus categorías, oficios y ocupaciones que lo avaloran manifiestamente, incorporando continuamente innovación, nuevas tecnologías, proyección, grandes oportunidades y estabilidad.
Dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España se encuentra la regeneración integral urbana, que tiene como objetivos principales el impulso a la rehabilitación del parque edificado,así como el incremento de la vivienda en alquiler social con edificios energéticamente eficientes, sumando la accesibilidad universal y la incorporación de la digitalización. Hay que construir sobre lo construido, que ya se encuentra envejecido, para actualizarlo, siendo llanamente lo que se denomina la economía circular, que no consume nuevo territorio. La vivienda es un derecho constitucional que en su artículo 47 dice textualmente “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos”. Es bueno transcribirlo literalmente, diríamos que hasta sería de obligado cumplimiento que los políticos se lo aprendan de memoria, que pase de la letra a la obra y finalmente a la vivienda, para convertirse en hogar de protección personal y familiar.
No podemos olvidarnos de las infraestructuras de transportes en general y en particular, carreteras, aeroportuarias, hidráulicas, educativas, sanitarias, comerciales, recreativas, culturales, energéticas, de telecomunicaciones y del amplio espectro que ocupa el equipamiento comunitario, que se refiere al conjunto de instalaciones y servicios que permiten desarrollar actividades societarias básicas para una población determinada. Cuanto, por comenzar para establecer unos niveles de confort o comodidad suficientes y eficientes. Hay que espabilarse y poner en marcha aquellos proyectos que ya están terminados a falta de licitación, acabar los que están en estudio y ejecutar lo que sea posible. Dará dinamismo económico, creación de empleo, optimismo y certezas.
Somos medioambiente, sostenibilidad y modernidad. Escribimos de un sector esencial y actual sobre el que cimentar el crecimiento y desarrollo de algunas de las industrias más estratégicas para nuestra tierra, como podrían ser las telecomunicaciones o las energías renovables. No debemos olvidar que la construcción tiene como misión resolver las necesidades de la población, dando respuestas inmediatas y directas, siendo la parte vital de la solución para la recuperación y reconstrucción económica de Canarias.