El anteproyecto de ley que regulará el uso turístico de viviendas es una de las políticas puestas en marcha para avanzar “hacia un modelo turístico más consciente y responsable”
La consejera de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias, Jéssica de León, ha propuesto este martes un gran pacto por el turismo ligado a la sostenibilidad social, medioambiental y económica en el que participen todas las fuerzas políticas del arco parlamentario, expertos, académicos y el conjunto de la sociedad canaria, “sin demagogia”. De León afirmó que “el objetivo es crear un comité de expertos que fije unas directrices comunes”.
Así lo defendió durante su intervención en el Parlamento de Canarias, donde aseguró que “este Gobierno ya está trabajando en la mejora del modelo turístico actual, que sitúa al residente en el centro”. En este sentido, destacó que en solo nueve meses de gestión el Ejecutivo ha publicado el anteproyecto de Ley de Ordenación Sostenible del Uso Turístico de Viviendas y que el compromiso es seguir trabajando en la reforma del bloque normativo de la actividad turística, que tiene entre veinte y treinta años de antigüedad”.
“Les invitamos a sumarse a esta reforma, que estamos convencidos de que permitirá recuperar el equilibrio entre el turista y el residente que nunca se debió perder, y que evitará que se acentúen procesos como la turistificación o la gentrificación”, apuntó.
Así, el siguiente paso en la agenda legislativa, precisó, será abordar la Ley de Ordenación de Turismo de Canarias, que data de 1995, para después regular los campings y acampadas. Además, se seguirá promoviendo la descarbonización del sector, que ha logrado reducir su huella de carbono en un 21% con respecto a 2022.
Para De León, “la paciencia de la ciudadanía canaria ha colmado y es comprensible”. Recordó que “el actual Gobierno ha heredado una Canarias con cuatro emergencias: la hídrica, la energética, la habitacional y la migratoria. Y al mismo tiempo, han subido las hipotecas y el precio de la cesta de la compra”.
Sin embargo, insistió en que “el turista no es el culpable de una gestión política que ha sido deficiente” y aseguró que la mayor parte de la ciudadanía canaria reconoce el valor de una industria que “ha traído las mayores cuotas de bienestar social de la historia de Canarias, al representar el 40% del empleo y el 37% de la recaudación fiscal en las islas, con 3.441 millones de euros”.
La consejera indicó que “ya se ha iniciado un proceso donde el turismo no es un fin y sí una herramienta para mejorar la vida de los canarios”. En esta línea, señaló que hay que hablar de «cómo se distribuye la riqueza que genera el sector y de cómo puede generar más y mejores empleos, pero debemos hacerlo con altura de miras y sensatez, poniendo las luces largas para abordar de forma serena qué turismo queremos». Y por ello, apeló a todas las fuerzas políticas del arco parlamentario a un ejercicio de responsabilidad y coherencia.