El itinerario es un viaje a través del tiempo y la tradición
El alcalde Francisco Linares y la concejala delegada de Turismo y Patrimonio Cultural, Delia Escobar, han visitado la ruta de los molinos para valorar la reciente colocación de paneles informativos a lo largo del recorrido que favorecerán la visita a estas relevantes infraestructuras y realizar el itinerario de forma libre, individual o conjunta. Los molinos de La Orotava forman parte del Bien de Interés Cultural (BIC) denominado Acueducto de los Molinos, que tiene categoría de Sitio Etnológico.
Los molinos constituyen una de las señas de identidad más representativas del municipio de La Orotava, como eje fundamental de un entramado hidráulico que se erigió desde el siglo XVI. El reparto de tierras tras la conquista y el paulatino desarrollo urbano de la Villa se debe en gran parte a la riqueza hídrica de la zona. El agua procedente de los nacientes de Aguamansa se utilizaba como fuerza hidráulica, y aprovechando la pendiente del terreno que discurre desde el Camino de la Sierra hasta la trasera de la Casa de Lercaro, movía un aserradero y doce molinos. Se estableció también de esta forma el eje que vertebró la configuración urbana de esta localidad norteña.
De los doce molinos iniciales, actualmente se conservan diez, y de éstos solo dos están en funcionamiento, aunque no movidos por el agua sino por energía eléctrica. A estos se suman otros lugares emblemáticos como el espacio cultural Los Lavaderos de San Francisco o el Camino de La Sierra. Estos molinos son uno de los mayores atractivos turísticos del municipio e incluso del archipiélago, así estas infraestructuras se encuentran en la Guía de Turismo Industrial de España, que edita la Asociación de Operadores de Turismo Industrial (AOTI). Y debido a que son una de las principales señas de identidad de la Villa, fueron declarados Bien de Interés Cultural con categoría de Sitio Etnológico, mediante Decreto 92/2006, de 4 de julio, del Gobierno de Canarias.
El alcalde Francisco Linares valora la colocación de estos paneles, para lo que se contó con el apoyo del Gobierno de Canarias, ya que de esta forma “los propios vecinos, estudiantes y visitantes pueden realizarla de forma individual o conjunta, y tener a mano toda la información necesaria”. “También es una oferta educativa, por lo que espera que los centros educativos la aprovechen y así acercar más a los alumnos a su patrimonio local y conocer la historia de la Villa”, apuntó. “La ruta de los molinos de La Orotava—subraya— es un recorrido que conecta con el pasado, presente y futuro. Es un espacio para disfrutar del patrimonio histórico y cultural, para aprender sobre la importancia del agua y para apreciar la belleza de la arquitectura tradicional”.
La concejala delegada de Turismo y Patrimonio Cultural, Delia Escobar, incide que “son muchas las personas que diariamente visitan la Villa y se interesan por la ruta de los molinos, por lo que el ayuntamiento instala estos paneles en cada punto para que puedan realizarla directamente y conocer los principales datos de estas significativas e históricas estructuras, así como de la importancia del agua en la vida y desarrollo de la localidad”.
Escobar asegura que “la ruta invita a descubrir la historia, la cultura y la tradición de este municipio, por lo que permite al visitante hacer un viaje a través del tiempo”. La concejala detalla que se han instalado una quincena de paneles, también en inglés y francés, que incluye un dibujo de la propia ruta indicando las distintas estaciones a lo largo del itinerario y el lugar concreto donde se encuentra exactamente el visitante, así como una imagen del lugar, los detalles e historia de cada espacio. El punto de partida, aunque también se puede hacer el trayecto a la inversa, está en Camino de la Sierra que conserva gran parte de su pavimento empedrado original, y continúa por los molinos: de la Cruz Verde, de la calle Cubo Alto, La Magnolia, San José, Cuatro Esquinas, de Josefina, de Chano, el espacio cultural Los Lavaderos, y los molinos de San Francisco, La Máquina y de la Casa Lercaro. “El Molino de Josefina es propiedad del ayuntamiento y prevé albergar un centro interpretativo de la ruta, proyecto en el que se trabaja actualmente”, valoró Delia Escobar.
