Las nuevas formas de consumo como el tabaco sin combustión, o los vapeadores son un riesgo para la salud y suponen una puerta de entrada al tabaquismo de los jóvenes
La Consejería de Sanidad, a través de la Dirección General de Salud Pública del SCS, se suma a la celebración del Día Mundial sin Tabaco e insiste en que el tabaco es perjudicial para la salud en cualquiera de sus formas de consumo, incluyendo el tabaco sin combustión, los cigarrillos electrónicos, los vapeadores, o las pipas de agua. Para la conmemoración de este año se va a difundir, a través de las redes sociales del canal Canarias Saludable, la campaña ‘Fumar es cosa del pasado’, que transmite de forma clara que lo actual es cuidarse y adquirir habilidades para controlar nuestra salud.
Según la última Encuesta de Salud de Canarias (ESC2021, la prevalencia de fumadores mayores de 16 años es 19,9% (varones 23,2%; mujeres 16,8%). Ha descendido 6 puntos desde 2015 (26,2%). Aun así, hay 375.000 fumadores en Canarias (214.000 varones y 161.000 mujeres). Desde 2015 ha aumentado el número de exfumadores (de 15,6% a 21,7%) en ambos sexos (varones de 24,7% a 27,6%; mujeres de 11,7% a 18,7%). Actualmente, hay en Canarias 408.000 personas que han dejado de fumar (150.000 más que en 2015)
La prevalencia de fumadores en el tramo de edad más joven (16-29 años) es del 16,1% (varones 17,3%; mujeres 15%) habiéndose reducido en 27.000 personas los fumadores respecto a 2015. La prevalencia de gente que nunca ha fumado en el tramo de edad más joven (15-29) ha aumentado desde el 68,5% (ESC 2015) hasta el 77,7% en ESC 2021.
Actuaciones de la Dirección General de Salud Pública frente al tabaquismo
En el programa de tabaquismo de la Dirección General de Salud Pública se han establecido unas prioridades, acordes con al Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud y con los acuerdos del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud desde cuatro grandes áreas: la prevención del consumo en adolescentes, la promoción de una vida libre de tabaco, el programa de formación de profesionales sanitarios y la promoción de espacios libres de humo.
Promoción de Espacios libres de humo: Programa Playas sin Humo
En Canarias hay más de quinientas zonas de baño, entre playas de arena rubia, de arena negra, playas de callaos y otras zonas de baño de uso público y suponen un entorno natural favorable para el desarrollo de actividades al aire libre y la práctica de ejercicio físico, favoreciendo así la socialización entre familias y amigos en un ambiente que debe procurarse que sea lo más saludable posible.
Para proteger la salud de usuarios y visitantes y preservar el medio ambiente, la Dirección General de Salud Pública ha desarrollado el ‘Programa Playas sin Humo de Canarias’ (PSHC) para sumarse a las iniciativas de algunos municipios que ya tienen ordenanzas municipales que limitan el consumo de tabaco en sus playas. El programa se ha diseñado en colaboración con la Federación Canaria de Municipios (FECAM) y su objetivo es lograr espacios libres de humo de tabaco que protejan la salud de los ciudadanos y sirvan de ejemplo de una vida sin tabaco para las nuevas generaciones.
La adscripción al Programa PSHC es voluntaria y en el momento en que así se decida por parte de cada corporación municipal. La participación en el Programa PSHC implica la señalización de las playas o zonas de baño. En el marco de las competencias municipales se sugiere desarrollar normas y medidas de control y vigilancia específicas en cada zona. El Programa PSHC tiene un sistema propio de evaluación y mejora de la calidad, basado en la información recopilada en cada playa o zona de baño, entre los responsables municipales y entre la población general.
Las playas y zonas de baño se clasificarán en cuatro categorías: el nivel “ideal”, referido a una playa sin humo; el nivel “favorable”, en el que no se permite fumar salvo en algunas zonas delimitadas del arenal o zona de baño; el nivel “desfavorable”, en el que se permite fumar en toda la zona de baño, aunque se cuenta con recipientes adecuados para depositar los residuos de tabaco, y el nivel “muy desfavorable”, con el que se permite fumar en toda la zona de baño, sin recipientes adecuados ni advertencias sobre los riesgos del consumo y de los residuos del tabaco.